“El triunfo está garantizado”, aseguran algunos. “Tenemos los números muy justos. Así no podemos bajar al recinto y correr riesgos”, sostienen otros. Los dos comentarios surgen del seno de la conducción del bloque de diputados K., que hoy debatirá su posición sobre las retenciones móviles. Tras una serie de reuniones –que incluyó al díscolo Felipe Solá, a los ex aristas de SI y al jefe de la bancada radical Oscar Aguad–, el oficialismo pidió una tregua de 24 horas para definir dentro de su bloque cuál será el dictamen que llevará al plenario de comisiones legislativas que discute la ratificación de las retenciones móviles a las exportaciones de granos. Con el aval opositor, el plenario pasó a cuarto intermedio hasta el miércoles. La reunión kirchnerista será hoy a las 15 en el Palacio Legislativo a “cara o cruz”.

Los contactos empezaron ayer muy temprano. La mesa del bloque con Agustín Rossi a la cabeza, los presidentes de las comisiones de Agricultura, Alberto Cantero, y de Presupuesto, Walter Agosto, y el propio presidente de la Cámara baja, Eduardo Fellner, se reunieron para “evaluar” la situación y contar porotos. Las cuentas salieron “ajustadas” y pusieron en guardia al kirchnerismo. “No es cuestión de arriesgar”, resumieron. “Necesitamos tiempo”, coincidieron los diputados K en la búsqueda contrarreloj para abroquelar la tropa y arrimar aliados.

“Los números nos dan bien, pero muy ajustados”, confirmó otro de los popes kirchneristas en la Cámara baja. De esa reunión en el despacho que Rossi tiene en el tercer piso, salió la decisión. Allí comenzaron una ronda de consultas telefónicas con varios bloques opositores con la consigna de conseguir una tregua de 24 horas. Un pedido que el propio jefe radical, Aguad, blanqueó y expuso en el plenario de las comisiones legislativas. Sin el texto definitivo del oficialismo, el plenario no sesionará hoy y trabajará “puertas adentro”. El debate se retomará mañana, a las 12, con la postura del oficialismo definida.

Por la mañana, una solicitud interrumpió y tomó por sorpresa a los presentes de la reunión K: Solá pidió que lo reciban. El bonaerense recorrió los pocos metros que separan su despacho del que ocupa el jefe de la bancada del Frente para la Victoria con el texto de su proyecto en la mano. En la conversación que duró más de una hora, Solá expuso las “bondades” de su iniciativa pero no sedujo a sus pares. “Sólo corrige la curva de retenciones móviles con alícuotas más bajas. Así, se favorece a los grandes y no incorpora las mejoras para los pequeños y medianos productores en la que hemos trabajado todo este tiempo”, resumió uno de los asistentes en la reunión.

Sin la venia de sus pares K, Solá regresó a su oficina y comenzó a transcribir la iniciativa para presentarla ante la comisión. Hasta ayer por la noche, el proyecto del ex gobernador no se había presentado formalmente y sólo tenía cuatro firmas más que la suya: la radical K mendocina Laura Montero y los kirchneristas Marta Velarde (Santiago del Estero), Jorge Villaverde (Buenos Aires) y Enrique Thomas (Mendoza). La bonaerense Graciela Camaño –que había trabajado en su redacción– pidió el texto pero todavía no lo había firmado. “Este proyecto no toca las retenciones móviles para no chocar con el oficialismo, pero pone las alícuotas en un punto intermedio que abre la posibilidad de alcanzar un consenso más amplio con sectores de la oposición”, dijo a este diario uno de los asesores de Solá defendiendo la iniciativa.

Con las firmas que terminaron por acompañar a Solá, el kirchnerismo volvió a ajustar las cuentas. Ya habían contabilizado en las filas rebeldes a los tres entrerrianos y los tres cordobeses que presentaron el otro proyecto surgido desde el propio peronismo y que propone el regreso a las retenciones fijas.

Según quien sea el matemático oficialista, los números propios igual oscilan dentro de un rango que les “asegura” un triunfo exiguo en el recinto. La cifra trepa hasta 135 votos sobre 257 legisladores que componen la Cámara baja.

“Tenemos que terminar de elaborar el proyecto propio con las modificaciones en las que ya hemos avanzado para saber cómo serán finalmente los alineamientos”, coinciden las espadas kirchneristas. Aunque el texto está en constante revisión como alternativa para sumar voluntades. Una búsqueda que va más allá del kirchnerismo. También habrá un repaso del paquete de proyectos complementarios para seducir a los posibles aliados, reacios a acompañar al oficialismo sin que avancen en forma paralela las distintas iniciativas agropecuarias que el propio kirchnerismo había bloqueado.