Custodiados. Los medios locales resaltaron de variadas maneras lo “histórico” de la jornada de ayer, la primera vez que una cumbre de jefes de Estado se celebra en Tucumán. Pero más allá de las dificultades que puede haber causado el vallado de varias calles del centro y de la sede del evento, poco pareció modificarse la vida habitual de los tucumanos, que fueron mantenidos lejos de los visitantes. Lo que más llamó la atención del fuerte despliegue de seguridad fueron las horas que se blindó la autopista que une el aeropuerto Benjamín Matienzo con la capital. A ambos lados de la ruta se instalaron efectivos de la policía provincial para no dejar metro descubierto del trayecto que debían realizar los presidentes hasta el hotel Catalinas Park.

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Galeano. En su condición de presidente de la Comisión de Representantes Permanentes del Mercosur Carlos “Chacho” Alvarez estuvo ayer en Tucumán. Comentó que el jueves a las 11 homenajeará en el Edificio del Mercosur, en Montevideo, a quien se convertirá en el primer ciudadano ilustre del bloque, el escritor uruguayo Eduardo Galeano. Chacho aseguraba a quien se le cruzaba haberle mandado la invitación pero que si quería por las dudas le daba otra. Las malas lenguas comentaban que Chacho no quería admitir que se había olvidado del reparto.

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Europa. La vicepresidente del PJ, diputada y primera dama provincial, Beatriz Rojkés de Alperovich, inauguró en persona el bien provisto centro de prensa de la cumbre ubicado en el hotel Garden, a una cuadra del Catalinas, sede de la cumbre. Para ese entonces, la avenida Soldati todavía no se había convertido en un desfile de súper lujosos autos negros y grises trasladando a jefes de Estado y diplomáticos. “Lo de Europa es una locura total y absoluta”, evaluó la diputada a propósito de la aprobación de la UE de la llamada Directiva Retorno. “Nuestro ser nacional está constituido por toda gente que tuvo que abandonar Europa por persecuciones o por hambre”, añadió.

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Vestimenta. En el campeonato de vestimenta casual, Evo Morales se ganó las palmas al aparecer en Tucumán de campera y zapatillas. El boliviano tuvo algunos problemas para descender del avión porque no había escalerilla del tamaño adecuado para su nave y casi trastabilla al intentar el primer escalón. Al final, las zapatillas le vinieron bien. Otro de sport fue el ministro de Economía, Carlos Fernández, quien hizo su debut en cumbres presidenciales. Ante tanto traje azul o gris, Fernández se despachó con una camisa blanca a cuadros y pantalones pinzados. El día primaveral que hizo ayer en Tucumán lo justificó.