La fiscal de Cámara Daniela Ugolini resolvió que Carlos Alvarez y Martín Canevaro podrán casarse, tal como lo había indicado, al promediar marzo, el juez porteño Guillermo Schleiber. Su decisión era el último escollo entre la pareja de varones y la libreta colorada, dado que el dictamen de Ugolini vuelve altamente improbable que la apelación de la autorización inicial tenga eco en la Cámara. En otras palabras, el fallo quedó firme, de manera que Alvarez y Canevaro están habilitados para pedir turno en el Registro Civil. Fuentes judiciales confirmaron a este diario que eso es lo que indica el procedimiento, dado que los únicos legitimados para apelar, el Gobierno de la Ciudad y el Ministerio Público Fiscal, expresaron que no lo harían.

“El problema se centra en el reconocimiento de la igualdad de los derechos derivados del matrimonio a quienes desean casarse con personas de su mismo sexo”, señaló en la resolución la fiscal, quien desistió de la apelación realizada en primera instancia por no haberla considerado debidamente fundamentada. Ugolini, sin embargo, señaló que del Código Civil “se desprende sin lugar a dudas que el matrimonio debe ser celebrado por un hombre y una mujer”, por lo que descartó que se trate de una norma inconstitucional, como sostenía Schleiber en su resolución.

“Hoy falta la regulación legal que así lo establezca, lo cual no se resuelve invalidando las normas existentes del Código Civil impugnadas, ya que se trata, en cambio, de un vacío legislativo”, indicó también la fiscal, en clara referencia a las tareas pendientes en el Congreso. Ugolini, por lo demás, defendió la pertinencia de la intervención del juez porteño, puesto que Alvarez y Canevaro habían presentado su amparo tras haber sido rechazado su pedido de turno en el Registro Civil de la ciudad.