Los dos ex aliados de Mauricio Macri en la campaña 2009 salieron a respaldarlo, un día después de que lo procesaran. Temprano, Francisco de Narváez publicó en su Twitter: “Me comuniqué con Mauricio y le di mi apoyo personal. Yo sé lo que es pasar por estas circunstancias. Y él me transmitió su convicción y su tranquilidad de que va a resolver este proceso judicial”. Poco después, el diputado cibernético volvió a escribir en la red social: “Confío en Mauricio; va a seguir gobernando la ciudad de Buenos Aires y ante la Justicia demostrará su inocencia”. Con métodos un poco más tradicionales, el diputado peronista Felipe Solá envió un comunicado en el que advirtió que “a Oyarbide lo van a terminar confundiendo con el ministro de Justicia de Kirchner”. “Sin conocer demasiado la causa, creo que se parece demasiado a una persecución”, estimó el jefe de la bancada de Peronismo Federal, quien no se privó de citar al pastor luterano Martin Niemöller (aunque sin nombrarlo): “Es como el poema: primero vinieron por los comunistas y no dije nada porque yo no era comunista; luego vinieron por los judíos y no dije nada porque yo no era judío... Cuando vengan por el último, ya no quedará nadie para decir nada”, poetizó Solá, que comparó así la investigación judicial con el régimen nazi.