La toma de un predio en Barracas, que se había iniciado en la madrugada de ayer, terminó de forma pacífica por la tarde. La Policía Federal desalojó la propiedad privada, rodeada por las calles Río Cuarto, Lafayette y las avenidas Iriarte y Vélez Sarsfield, que en ese momento se encontraba ocupada por unas veinte personas. Los ocupantes dijeron ser habitantes de la Villa 21, ubicada a tres cuadras de allí. Al retirarse del lugar advirtieron que harían otra ocupación en la estación Buenos Aires del ferrocarril Manuel Belgrano.

Fuentes policiales informaron que el predio de la empresa inmobiliaria Lanolec fue intrusado poco antes de las dos de la madrugada de ayer, por lo que a partir de ese momento se inició un operativo en el lugar. El fiscal Juan Rozas, de la Unidad Fiscal Sudoeste, pidió a la seccional 30ª de la Policía Federal que realizara “un cerco perimetral con consignas fijas; que se convocara al SAME y al BAP (Buenos Aires Presente) y a la Guardia Auxiliar” del gobierno de la ciudad. Las personas que se encontraban afuera apoyando la ocupación sostuvieron que de la toma inicial participaron cerca de “cien personas” y que para ingresar “rompieron una pared”. Luego, un grupo reducido se quedó adentro para custodiar el lugar.

Con la policía rodeando la zona, los vecinos de la Villa 21 que tenían intenciones de obtener su lote en este terreno se congregaron sobre la Avenida Iriarte, de espaldas a la iglesia del Sagrado Corazón. Adentro quedaban “unas veinte personas, entre las que había cuatro o cinco mujeres”, indicó Roberto Pérez, jefe de la zona IV de la Policía Federal. Dos horas antes de que saliera la última persona, desde el interior de la propiedad rompieron uno de los muros que delimitan el predio para que entraran más personas a tomar terrenos. La policía sostuvo que “no logró ingresar nadie más”. Y que, por el contrario, los ocupantes “se retiraron de forma pacífica”, tras dialogar con los responsables del operativo y con Héctor Jorge Apreda, director del CGPC 4, correspondiente a la zona de Barracas. “Entendieron que no se podían quedar”, aseguró un policía.

Al tiempo que un joven, llamado Rubén, permanecía solo en la toma y conversaba con personal policial, los vecinos explicaban a los medios sus problemas. “Pedimos una solución. Nunca nos dan nada”, se quejó Carolina, una joven. En tanto, Elena García, otra vecina de la 21, expuso: “No puedo pagar un alquiler. Queremos una vivienda”. En medio de ellos se coló una señora a repudiar la ocupación. “Vayan a trabajar, inmundos”, fue una de las frases que les gritó antes de partir. Más allá de algún desborde de esa naturaleza, la situación se mantuvo controlada.

“Rubén, salí, te vas a quedar solo y te van a fajar”, le gritaron al muchacho sus conocidos. El joven les consultó: “¿No vamos a hacer nada, entonces?”. Tras considerar que la toma estaba finalizada, Rubén salió por el hueco que quedó en el muro que da a Iriarte, pasó entre los agentes de Infantería y fue recibido con aplausos por sus compañeros. Antes de retirarse del lugar, los vecinos advirtieron que tomarían terrenos en la estación Buenos Aires del ferrocarril Belgrano, ubicada a diez cuadras de allí.

Terminada la toma, un policía que participó del operativo se sinceró ante este diarios: “Este tipo de situación es dura” porque la gente que tomó el predio “no tiene cerebro”, dijo. “Las cosas cambiaron. En otra época no duraban ni dos minutos” adentro del predio. Y agregó: “El último que salió zafó porque estaban ustedes (en alusión a los periodistas), si no sale así” e hizo un gesto de arrastrar a alguien del pelo.

Con el predio desocupado, el servicio de emergencia del gobierno porteño comenzó a trabajar para reparar el muro derribado sobre la calle Lafayette. “A la noche quedará un grupo de agentes”, dijo Pérez sobre la continuidad del operativo.

Informe: Leonardo Rossi.