Desde hace un par años, la Fundación Mozilla a través de Mitchell Baker ha realizado declaraciones políticas públicas en relación a problemáticas y legislaciones en debate dentro de los Estados Unidos. En la historia de Mozilla esto es una novedad. La fuerza de cambio siempre tuvo más que ver con un costado productivo que con enunciaciones políticas. Mozilla se pronunció en The New York Times en contra de afectar los principios de neutralidad y contra la propuesta de legislación de SOPA, que intentó pasar en el Congreso estadounidense en enero. “Decidimos hacer declaraciones sobre temas políticos que están afectando a Internet, porque es muy peligroso quedarnos quietos”, dice Baker.

–¿Por qué decidieron cambiar su postura?

–Las propuestas de legislación sobre Internet son shockeantes en profundidad. La respiración está en peligro, no sólo en regímenes represivos sino también en Estados unidos. Hemos sido muy conservadores en Mozilla en involucrarnos en actividades legislativas. Somos una organización sin fines de lucro. Las compañías comerciales pueden hacer lobby todo lo que quieren pero si tratamos de construir por el bien de la gente, no podemos hacer lobby. Mozilla es una organización global, si decimos que somos globales y tenemos una comunidad global y gastamos todos nuestro recursos en los Estados Unidos y en Europa, sería una contradicción. No queremos hacer programas en Mozilla específicos de los Estados Unidos. Hemos sido conservadores, tal vez demasiado, en opinar sobre las legislaciones. Pero las leyes que se proponían eran tan malas que aún siendo dentro de los Estados Unidos afectan a la web de manera global, así que armamos un plan de trabajo. En Mozilla no tratamos de exportar el sistema político o económico a ninguna parte del mundo. Tratamos de construir la web, las cosas que afectan a la gobernanza de Internet y en la web nos vamos a involucrar, porque pensamos que podemos tener un impacto positivo.