Ex gobernador de Santa Cruz, el primero de la restauración democrática de 1983, Arturo Puricelli fue un histórico adversario de Néstor Kirchner en la provincia. La enemistad política concluyó en 2006, cuando el entonces presidente lo designó, bajo la órbita de Julio De Vido, como interventor de la Dirección General de Fabricaciones Militares. Kirchner “va a tener en mí al más leal, sacrificado e interesado en que la misión se cumpla de la mejor manera”, dijo aquel día Puricelli. Su ingreso al gabinete de ministros se produjo cuatro años después, ya bajo la administración de Cristina Fernández, quien lo designó en la cartera de Defensa para reemplazar, casualmente al igual que ahora, a Nilda Garré. A los 66 años, desde el lunes será el nuevo ministro de Seguridad.

La pulseada entre Puricelli y Kirchner había comenzado cuando éste decidió competir por el control del PJ santacruceño, presidido por Puricelli desde 1987. Ganador en esa puja, Kirchner llegó a la gobernación en 1991 y se convirtió en el hombre fuerte del partido en la provincia. Desde entonces se mantuvieron en veredas enfrentadas. Puricelli fue electo diputado nacional en 1989 y estuvo a cargo del correo (Encotesa) antes de su privatización en 1997. A fines de los ’90 se pasó a la Alianza, para enfrentar nuevamente a Kirchner en las elecciones provinciales y nuevamente ser derrotado. Al PJ volvió tras la debacle de 2001. Llegó a ser secretario de Relaciones con las Provincias del gobierno de Eduardo Duhalde. Pero tuvo que renunciar cuando el presidente interino eligió apoyar a Kirchner en las elecciones nacionales de 2003.

Una vez zanjada esa vieja enemistad –según se dice, gracias a la mediación de De Vido–, después de su paso por Fabricaciones Militares, llegó al Ministerio de Defensa cuando en diciembre de 2010 CFK decidió crear la cartera de Seguridad y designar allí a Garré. Sin brillo, la gestión de Puricelli en Defensa será recordada, sobre todo, por dos hechos: el embargo de la Fragata Libertad, el buque escuela de la Armada que estuvo setenta días retenido en Ghana, y el hundimiento del buque Santísima Trinidad mientras se encontraba amarrado en la Base Naval de Puerto Belgrano.