El gobernador de Córdoba José Manuel de la Sota comenzó a empapelar Buenos Aires con su precandidatura para 2015, celebró el día del militante junto con Gerónimo Venegas y dirigió mensajes de solidaridad a dos periodistas: el corresponsal del diario La Nación en Rosario, Germán de los Santos, “amenazado por las mafias narcos” y Fernando Carnota, del Grupo Clarín. “En la Argentina que viene se respetará a la prensa”, promete. De la Sota, que en 1988 llamó a los sindicalistas como Venegas “la rama seca del justicialismo” tiene a parte de su anterior cúpula policial imputada por vinculaciones con el narcotráfico y al actual jefe Julio César Suárez por coacción al periodista Abel Dante Leguizamón, a quien amenazó por sus investigaciones sobre maltrato y gatillo fácil policial en los barrios más pobres de la ciudad. En este caso que le concierne en forma tan directa, De la Sota no se solidarizó con el periodista sino con el jefe policial, a quien ratificó en el cargo. “La imputación es por un tema que muy poco tiene que ver con sus funciones. Si fuera porque realmente hubiera hecho mal su tarea de policía, o hubiera conducido mal a la fuerza, podría ser”, dijo. Para el fundador del cordobesismo ni todos los periodistas ni todos los gatos son pardos.