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Axel Kicillof mantuvo en los últimos meses, en paralelo a su actividad como ministro de Economía, la de candidato a diputado nacional en la Ciudad Autónoma (cabeza de lista) por el Frente para la Victoria en campaña. Con respecto a esta última, señala que “es particularmente muy intensa en la Capital Federal, porque es un distrito en el que la desinformación que irradian los grandes medios de comunicación penetra como en ningún otro”, algo a lo que su rol de ministro no le es extraño. Pero asegura que “el mano a mano con la gente, con los vecinos de cada barrio que recorrimos, nos dio muy buen resultado”.

“Si hay un lugar donde estas campañas para generar pánico tienen efecto, es en esta ciudad”, apunta el ministro en su rol de candidato, aunque su discurso y postura no difiere demasiado de su postura como jefe del Palacio de Hacienda. En un distrito tradicionalmente adverso al Frente para la Victoria, particularmente en elecciones legislativas o de autoridades locales (pero no en las presidenciales), Axel Kicillof se puso al frente de una campaña que él caracteriza como “artesanal y cercana a la gente”.

“Recorrí casi todas las comunas, juntándonos con los vecinos, explicando lo que vamos a hacer desde el Congreso. Estuvimos en Parque Patricios, Caballito, Palermo, Flores, Colegiales”, repasa mentalmente. “Y nos dio muy buen resultado”, resume. “Cuando se da la oportunidad de responder al bombardeo informativo mano a mano, cuando se puede hablar de los temas por los que se le mete miedo a la gente, se empiezan a despejar las dudas”, apunta. Los temas como la salud, la vivienda, la educación, las perspectivas del empleo (hoy no es un problema, pero hay temores “inoculados” sobre el futuro), suelen aparecer en las inquietudes de los vecinos cuando se encuentran cara a cara con el ministro y candidato.

“A medida que explicamos cuál es el rol del Estado y las políticas públicas, y se muestran las falencias en el distrito, la agenda opositora empieza a perder efecto”, subraya Kicillof.