EL PAíS › HABLAN LOS HERIDOS Y LOS FAMILIARES DE VICTIMAS
“Falta mucho por recorrer”
Por A. M.
“Me costó un ojo de la cara, pero lo sacamos a De la Rúa”, ironizó Claudia Aguilera al recordar la lesión que una bala policial le produjo hace dos años. “El día que no haya más un pibe muriendo de hambre habrá valido la pena el 20 de diciembre, que haya laburo real, porque eso es dignidad”, agregó. Los heridos y familiares de la masacre producida por la retirada de lo que quedaba del gobierno de la Alianza, se han agrupado para exigir que haya justicia en lugar de impunidad. En diálogo con Página/12 manifestaron duras críticas sobre la investigación de los hechos.
“No estamos conformes porque falta mucho camino por recorrer. No hay interés de hacer justicia desde el momento que se le dicta una falta de mérito a De la Rúa, que es un responsable tan importante, y que Mathov y Santos están libres, y que no se investiga como correspondería el asesinato de Carlos Almirón”, opinó María Riva, viuda del motoquero asesinado. Susana Slamovitz, una de los 230 heridos de aquella jornada, expresó que “la jueza reconoce que hubo tentativa de homicidio, pero eleva la causa como abuso de armas, y dice que no cuenta con la cantidad necesaria de personal para poder agilizar la causa. Es inconcebible”.
Aguilera tiene 29 años y fue herida en la zona del Congreso. “Decidimos marchar hacia el Congreso y por Entre Ríos venía la Infantería. Nadie imaginaba que iba a ser tan feroz la represión, con tal nivel de violencia. La policía se estaba llevando a una mujer ciega y hemipléjica, a las patadas y de los pelos. Salí a tratar de impedirlo y ahí me tiran. Me hirieron en el ojo, quedé tirada en el suelo. Luego me tuvieron en el celular y al final me llevaron detenida a la Comisaría 6ª. Perdí la visión casi total del ojo derecho”, recuerda.
¿Sirvió de algo el 20 de diciembre? “La movilización siempre sirve, hay que demostrarles a todos los sectores que ese día logramos sacar a Cavallo y a De la Rúa, no es poco. Lo que hicimos es muy importante. Ahora lamentablemente, volvieron muchos que estaban antes, esos que pedíamos que se fueran, volvieron.” Aguilera hace una pausa y vuelve atrás. “Cuando me fue a ver al hospital, que yo todavía estaba custodiada por la policía, mi amiga me comenta que se fue De la Rúa. Y yo le contesté, ‘nos costó un ojo de la cara, pero lo sacamos’”...
Susana Slamovitz opina que “tenemos que ser conscientes del poder que tenemos juntos, la indignación nos sacó a todos a la calle. No vino un dirigente a movernos, salimos porque no nos bancábamos la rabia. Hay muchas cosas que no fueron modificadas, los pibes siguen muriéndose desnutridos, la gente no tiene laburo. Lo que cambió es que la gente sabe que tiene poder en la calle. Esa conciencia de que se puede. A pesar de que no se reúnen, las asambleas saben que pueden. Está latente. Kirchner lo tiene que saber”. María Riva desea que “no quede sólo como un día trágico porque pasó algo mucho más importante, si no, la muerte de todos ellos no sirvió de nada. Ese día el pueblo le demostró al Gobierno que en la democracia mandamos nosotros”.
Sergio Sánchez, que tiene una bala de plomo en la cabeza, consideró que “el Gobierno aún no se dio cuenta del poder que tiene la gente en la calle, porque todavía estamos esperando la redistribución”. A Paulo Córdoba la bala le entró por el cuello, le raspó la yugular y quedó alojada en su mandíbula. “Quiero que esto no vuelva a pasar y que vaya preso quien corresponda”, exigió.