EL PAíS
Sólo un saludo con De Villepin
El primer ministro de Francia, Dominique De Villepin, se acercó a Kirchner. Se saludaron y cruzaron dos palabras. El francés y el argentino tenían previsto verse, como saldo de un encuentro que habían acordado Kirchner con Chirac, cuando el presidente galo lo llamó para interiorizarse del reconocimiento de los restos de la monja francesa Leonié Duquet por parte del Equipo Argentino de Antropología Forense. Chirac no pudo venir a Nueva York, y a De Villepin se le duplicó su agenda.
El hipotético encuentro entre ambos generó expectativas habida cuenta de la inminente salida del grupo francés Suez de la privatizada Aguas Argentinas, su controlada. Desde el gobierno argentino insistieron en que el tema no era central en la agenda y que no entorpecía para nada la relación bilateral con Francia. Cuando el canciller Rafael Bielsa especuló con un posible encuentro, desde el entourage del Presidente dieron a entender que Kirchner no se desesperaba. “Chirac había pedido la charla para hablar del caso Astiz”, dijeron voceros oficiales ayer.
Consultado por un grupo de periodistas argentinos, De Villepin fue cauto y ambiguo. Dijo que se había encontrado con Kirchner en el Consejo de Seguridad y que podría volver a encontrarse. No dio seguridad. Tampoco acerca de que, de producirse el hipotético encuentro, abordaran el asunto de la privatizada. “Veremos”, se limitó a decir a la prensa.