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“Menem impedía que entráramos al Mercosur. Hoy la decisión ya está tomada.” Su presencia nunca pasa inadvertida. Sin embargo, el presidente venezolano Hugo Chávez se mantuvo prácticamente en el silencio durante la Cumbre de Salamanca. Recién ayer, al final del encuentro, decidió abandonar el bajo perfil y trasladó la atención hacia la batería de medidas adoptadas durante la Cumbre en favor de la integración entre los países iberoamericanos. También festejó la incorporación de Venezuela como miembro de pleno derecho en el Mercosur, algo que consideró producto de los cambios de gobiernos que se dieron en la región.
“Antes, la Argentina, con (Carlos) Menem, que estaba bajo el yugo norteamericano, entregada al imperialismo y al neoliberalismo, impedía que entráramos en el Mercosur. Tampoco logramos antes el apoyo de Uruguay (con el ex mandatario Jorge Batlle). Por ello, es algo para nosotros histórico. Ya la decisión está tomada”, manifestó en una conferencia de prensa el mandatario caribeño sobre la integración de Venezuela. El anuncio fue realizado el sábado por el ministro de Relaciones Exteriores uruguayo, Reinaldo Gargano, a cargo de la presidencia rotativa del Mercosur, y se efectivizará a partir de diciembre. Inmediatamente hizo un guiño al reciente acuerdo que firmaron, como preludio de la integración, las petroleras estatales de Brasil –Petrobras– y de Venezuela –Pdvsa– para explotar crudo. “El principal potencial es el energético. Venezuela tiene reservas de petróleo para garantizar 200 años de suministro al continente americano”, precisó al respecto.
“No tengo ninguna duda en calificar a ésta como la mejor de todas a las que he asistido”, fue la frase con la que Chávez se despidió de la Cumbre. No era para menos. Además del anuncio sobre la integración al Mercosur, los países iberoamericanos que formaron parte de la Cumbre evaluaron apoyar la demanda de extradición del anticastrista Luis Posada Carriles. La solicitud que Venezuela había realizado a Estados Unidos se sostenía en que el avión había despegado de Caracas y el ex agente de la CIA está nacionalizado venezolano. Sin embargo, había sido rechazada por Washington, que argumentó tener poca confianza en la Justicia venezolana. “Lo que queremos es justicia. Si se lo juzga en Estados Unidos le podría salir la pena de muerte, así que mejor que lo extraditen a Venezuela, porque lo que queremos es que se haga justicia. En Venezuela se respetan todas las leyes internacionales y los derechos humanos”, se defendió Chávez, quien no pudo dejar de festejar las declaraciones escuchadas durante la Cumbre como un gesto contra la administración Bush. En esta misma dirección, Chávez consideró un logro que el encuentro haya desafiado al gigante del Norte al utilizar la palabra “bloqueo” y no “embargo” para referirse a las sanciones económicas contra Cuba. La iniciativa ya mereció una respuesta desde la Casa Blanca, donde se habría calificado como “inquietante” la posibilidad.