–¿El Gobierno debería cubrir las dos vacantes que hay en la Corte?

–Nosotros preferimos la disminución, parece lo más razonable. Pero tenemos que respetar la división de poderes. Modificar el número es facultad del Congreso y designar, del Presidente. El aumento a nueve miembros fue muy criticado en su momento por la gran mayoría del mundo jurídico, académico y social. Por otro lado, uno busca, en un cuerpo colegiado, lograr decisiones unánimes, algo que se complica cuantos más miembros hay. Con siete habría incluso más celeridad.

–Sus colegas dicen que seguir siendo siete jueces con un reglamento que exige la mayoría de una Corte de nueve complica juntar los votos para un fallo, como pasa con la pesificación.

–Todos pensamos lo mismo sobre eso.

–¿Le preocupa no poder sacar una sentencia sobre pesificación?

–Es nuestro deber con la sociedad terminar eso. Debemos asumir que tenemos un problema y no nos ponemos de acuerdo. Estamos haciendo esfuerzos. Lo hablamos, y lo hablamos y lo hablamos. Es difícil. Si bien el impacto disminuyó, las afectaciones al derecho de propiedad disminuyeron y no tiene impacto macroeconómico, tenemos que resolverlo.

–¿Por qué se sigue demorando un fallo sobre los indultos?

–La demora no es de la Corte; el tema está en la Cámara de Casación.

–¿La Corte va a reclamarle a Casación que se apure?

–No lo conversamos todavía, pero podría ser. También lo pueden reclamar las partes.