Sábado, 30 de diciembre de 2006 | Hoy
“Son los mismos de siempre”, le susurró Luis Gerez a la diputada Cristina Alvarez Rodríguez, cuando se abrazaron en el Hospital de Escobar. “Me dijo también que ni muerto lo iban a vencer. Porque no es la primera vez que le pasa esto”, relató la sobrina nieta de Eva Perón a Página/12. “Tiene marcas en las muñecas y en los tobillos. Y quemaduras en el pecho. Parecen de cigarrillo”, describió. En la sala, estaban el gobernador Felipe Solá; el ministro de Seguridad, León Arslanian; el amigo de Gerez, Jorge Altamirano; el actor Alberto “Paco” Fernández de Rosa; su hermano José; el dirigente del MTD Evita Emilio Pérsico y el ministro de Derechos Humanos de la provincia, Edgardo Binstock. Por el estado en el que estaba, no quisieron avanzar sobre lo que había ocurrido. “La mayor conmoción fue cuando llegó la madre. No podía creer que había hablado en el acto. ‘No me jodan. Julia no habla en los actos’, dijo. `Sí, Negro, habló’”, contó Alvarez Rodríguez. “El gobernador le pasó con el Presidente. Tratamos de apartarnos, para no ponerlo nervioso”, aseguró Alvarez Rodríguez. Cuando terminó de hablar con Néstor Kirchner, dijo: “Che, ¿tanto quilombo hice?”. “Sí, nos tenías a todos cagando”, le respondió ella. Le contaron de la masiva movilización en Escobar y que Kirchner habló en cadena nacional sobre su desaparición. Y se abrazaron, como en el final de una pesadilla. Y le dijo: “Sí, porque son los mismos de siempre”. “Era todo alegría. Ahora queremos que se encuentre a los responsables. Y seguimos buscando a López. Las dos cosas al mismo tiempo”, concluyó la diputada.
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