Antes de la aparición de Luis Angel Gerez, una multitudinaria movilización de todos los sectores políticos reclamó su aparición con vida. El silencio y las lágrimas de su familia contrastaban con el sonido de los bombos que llegaban desde el fondo de la marcha en Escobar. Abrazados para darse fuerza, poco a poco, casi sin darse cuenta, los hijos del testigo contra Luis Patti comenzaron a sumarse al histórico canto que llegaba desde las columnas de atrás: “Aparición con vida y castigo a los culpables”. El canto pedía por dos desaparecidos en democracia: Gerez y Jorge Julio López. Por ellos, marcharon ayer juntas las agrupaciones kirchneristas, de izquierda, el ARI, la CTA, las organizaciones sindicales, estudiantiles y de derechos humanos. “Hay una gran sospecha, porque el único que lo amedrentaba históricamente era quien conducía los destinos del distrito”, dijo la esposa de Gerez, Mirta Praino, en referencia a Patti.

A la cabeza de la marcha, en silencio, los familiares de Gerez caminaban con carteles que pedían su aparición con vida, con su foto y los teléfonos de la familia. “Tu ejemplo de lucha es semilla germinando”, decía. La convocatoria, que reunió a miles de personas en Escobar, tuvo como premisa la unidad: convivieron en paz las organizaciones kirchneristas MTD Evita, el FTV, Libres del Sur con los partidos de izquierda, como el MST, el MAS o el PO. Se pudo ver incluso al dirigente de Autodeterminación y Libertad, Luis Zamora. También participaron las Abuelas y Madres de Plaza de Mayo, entre otros organismos, y sectores estudiantiles, como la FUBA.

Bajo la bandera azul de la JP Evita, Nahuel –de 15 años, pelo largo y arito en la oreja– coreaba: “Patti represooor/te espera la prisiooón”. “No queremos más un gobierno militar. Lo de Gerez está hecho por los milicos para bajar al presidente Kirchner”, consideró Nahuel, que fue desde Moreno en uno de los micros que afluyeron como tormenta sobre la tierra de Patti. Las paredes de la ciudad quedaron marcadas con consignas contra el ex comisario. “Asesino”, fue lo más leve que le dijeron.

Con una remera roja, que tenía la hoz y el martillo, Verónica, de 34 años, empujaba el carrito con su bebé, Pompeya. Verónica creció en Escobar, es profesora de historia y milita desde hace años en el PC. Sin embargo, tiene respeto por Gerez. “Lo conozco de vista. Es un militante justicialista que nunca estuvo en un chanchullo”, dijo. “Vivimos en un municipio con componentes fachistas. Vivimos rodeados de gente que quiere al padrino, que es Patti”, afirmó ante este diario. “Es casi el síndrome de Estocolmo, porque este municipio es de los que más desaparecidos tuvo. Patti incluso inauguró como intendente una calle con el nombre de una chica que él mismo torturó”, contó.

Desde una esquina, un vecino bronceado, de camisa turquesa, abierta por el calor, la observaba con sospecha. “Estos marchan por ese supuesto secuestrado, que debe estar veraneando como tantos otros en Italia”, le espetó a Página/12. Toda una filosofía de vida.

Testigos y protección

“Acá estamos, ahora pidiendo aparición con vida por dos compañeros”, dijo Adriana Calvo, que sostenía la bandera de Ex Detenidos Desaparecidos, sobre la mitad de la marcha. “El secuestro de Gerez se produce por la forma en la que se actuó con López. Este secuestro se podría haber evitado”, sentenció. “Desde ya, se tendría que separar a la Bonaerense de la investigación. Pero con la Federal tampoco hay garantías. Hay que hacer gestos que les demuestren a estas bandas fascistas que no pueden actuar”, remarcó Calvo, que pidió la nulidad de los indultos, el juicio político a los jueces cómplices de la dictadura y la exoneración de todo el personal activo que haya estado implicado en la represión ilegal.

Calvo se refirió a la delicada situación de los testigos de la dictadura y la posibilidad de que tengan custodia policial. En el caso de Gerez, no la aceptó. “Está bien que Gerez no haya aceptado la custodia, yo tampoco la aceptaría”, señaló Calvo. “Estamos todos en peligro. No sólo los testigos. Es como estar en un zoológico con todas las jaulas abiertas”, describió la ex detenida, que también fue testigo en el juicio al represor Miguel Etchecolatz.

“Seguimos con el programa de acompañamiento integral, que es más amplio que la protección policial. Una solución puede ser la protección de las fuerzas federales”, sostuvo el subsecretario de Derechos Humanos de la Nación, Rodolfo Mattarollo, que marchaba a la par de Mirta y de la diputada Cristina Alvarez Rodríguez, que es sobrina-nieta de Evita. “Los testigos no se pueden sentir solos. El Estado los respalda”, destacó Mattarollo.

El sueño de Gerez

La marcha terminó en la estación de trenes de Escobar, donde Gerez dio su último discurso público. En el palco estaban, además de las figuras kirchneristas, los dirigentes de la CTA, Hugo Yasky y Víctor De Gennaro; el titular del ARI bonaerense, Carlos Raimundi; el intendente de Morón, Martín Sabbatella, y el dirigente del PO, Néstor Pitrola, entre otros. “Estoy mirando a todo el espectro político y social y esta fuerza por buscar a Luis Gerez”, sostuvo su esposa Mirta, parada sobre uno de los galpones de la estación. Frente a ella, los jóvenes de diversas agrupaciones kirchneristas cantaban: “Patti/sos genocida/¿cuánta gente vas a matar?”.

“Hace treinta años teníamos la edad de ustedes y estábamos peleando por la vuelta del General y por la democracia. Cuando los veo a ustedes, chicos, veo que es el sueño que pretendía Luis para Escobar. Porque Luis era un hombre de bien”, les dijo Mirta.

–¡¡Es!! –la corrigieron desde la muchedumbre.

“Tenemos que encontrar con vida a Luis”, completó Mirta. “Vamos a llevar adelante los sueños de López y Gerez. Hoy marchamos en reclamo de la aparición de un militante de la JP, como lo soy yo”, lanzó Orlando Ubiedo, quien también testificó contra Patti. Ubiedo militó con Gerez en los setenta y se reencontraron en la agrupación Pensar Escobar. “Los resabios de la dictadura quieren apretarlo al presidente Kirchner para que no los mande presos a las mazmorras”, afirmó.

“Hoy hemos vuelto a encontrarnos porque estos sectores nos han vuelto a atacar”, remarcó el secretario de Derechos Humanos, Edgardo Binstock. “Pretenden retrotraernos al pasado, al ‘en algo andarán’. En algo andaba Julio López: andaba en enjuiciar a Etchecolatz. Y en algo andaba Luis: andaba en impedir que Patti asumiera como diputado”, remarcó. “Estamos buscando. Y vamos a encontrar a Gerez”, concluyó. Y finalmente, apareció.