Por un día, Mauricio Macri se salió de su estilo de campaña poco altisonante y de su pose tendiente al sedante e intentó que sus oponentes tuvieran que sudar un poco la camisa. La movida no requirió de gran imaginación: el candidato de PRO aceptó el compromiso con la ONG Poder Ciudadano para informar sobre sus gastos de campaña. Y aprovechó la ausencia de Jorge Telerman y Daniel Filmus: “Una lectura clara es que no vienen porque no quieren comprometerse en lo que no van a cumplir”. Desde el equipo de ambos trabajaron a toda máquina para desmentirlo. El ministro de Educación difundió su compromiso de ajustarse a la ley –“dentro de nuestra coalición hay 16 partidos y hubiera sido cumplir con un informe semanal”, explicó– y Telerman recurrió al más clásico “problemas de agenda”. Sus voceros sostuvieron que “de todas maneras, los datos van a ser publicados y los pedidos van a ser remitidos”. Por su parte, Claudio Lozano se excusó de firmar el acuerdo por dificultades operativas. Con mucho menos preocupación, desde Izquierda Socialista se negaron a sumarse a la convocatoria de Poder Ciudadano. Simplemente la calificaron de “ceremonia payasesca”.