“Estoy harto de que cada cosa que haga se interprete como un acto político, y encima me vinculen a personas que hace años que no veo.” La frase, atribuida al cardenal Jorge Bergoglio, habría sido dicha en la casa de retiros El CenáculoLa Montonera, donde sesionó el plenario de obispos. Según las interpretaciones de fuentes eclesiásticas, las palabras de Bergoglio estarían haciendo alusión a que el dirigente de la Iglesia no mantiene contactos con la dirigente del ARI Elisa Carrió. Sin embargo, la misma líder de la Coalición Cívica admite sus constantes encuentros con Bergoglio, aunque le resta contenido político. En la Casa Rosada ven al obispo como el “líder moral” de la oposición y lo señalan como el posibilitador de la alianza entre Carrió y Jorge Telerman. El malhumor de Bergoglio se habría exacerbado por una pegatina de afiches con su imagen cruzada con la leyenda “opositor”.