Los lugareños lo acogieron como un gesto. Por primera vez, un presidente de la Nación homenajeó a los veintidós presos ejecutados durante la recordada como masacre de Margarita Belén. En Chaco, Néstor Kirchner pidió “disculpas” en nombre del Estado a quienes se acercaron a compartir el homenaje con los representantes de todas las organizaciones de derechos humanos locales. En el escenario hablaron hijos de las víctimas, entre ellos Juan Sala, hijo de un amigo personal del Presidente. “Soy un sobreviviente de la falta de derechos de los niños, fui reconstruyendo en el transcurso del tiempo mi identidad.” A pedido de los organismos, Kirchner pidió a la Corte por la nulidad de los indultos.

“Madres, hijos, compañeros presentes, conmueve desde lo más profundo, aún hoy nos cuesta creer que hayan sido capaces de tamaños hechos. Conmueve porque a algunos nombres mencionados aquí tuve la suerte de conocer y compartir en La Plata. Vengo a pedir disculpas al pueblo chaqueño, a los fusilados, a los desaparecidos, a los agraviados, pedirles disculpas porque después de 31 años un Presidente está presente acá.”

Entre la gente no había banderas de partidos políticos como sí las hubo poco más tarde, cuando la ceremonia presidencial continuó dentro del pueblo de Margarita Belén, donde el kirchnerismo anunció una serie de obras. En el homenaje estuvieron el gobernador de Chaco, Roy Nikisch; la senadora Cristina Fernández y el secretario de Derechos Humanos de la Nación, Eduardo Luis Duhalde, entre otros. Además de Sala, los Hijos compartieron el palco oficial y, tras su intervención, dijo algunas palabras Dafne Zamudio, la hija de Carlos Zamudio, otra de las víctimas. “Queremos pensar que un país como pensaron en los ’70 es posible –dijo–, porque creemos en la lucha que llevaron adelante nuestros padres y cada uno de los treinta mil detenidos desaparecidos.”

Luego de leer el petitorio que le acercaron, Kirchner tomó la palabra, saludó conmovido y volvió a hacerle un pedido a la Justicia. Como lo había hecho en Córdoba durante el acto de La Perla, pidió esta vez una intervención con las leyes de nulidad, aunque lo dijo en otros términos. “Como un argentino más, pido justicia y tengo derecho a hacerlo”, dijo en referencia a “la nulidad de los indultos, como corresponde”. “Tenemos que seguir esta tarea que las Madres, las Abuelas, los Hijos nos marcaron con absoluta claridad, con amor, con pasión, sin venganza.”

La veintena de jóvenes militantes detenidos en la U7 del Servicio Penitenciario Federal, en la Brigada de Investigaciones y la Alcaidía Policial fueron reunidos el domingo 12 de diciembre de 1976 en la sede de la Alcaidía. A todos los torturaron salvajemente antes de subirlos a un convoy de camiones del Ejército y patrulleros policiales que los llevaron hacia el norte, simulando un traslado a la ciudad de Formosa, que nunca se realizó. Cuando el convoy llegó a la altura de Margarita Belén, los masacraron.

Mario Bosch es uno de los abogados encargados de impulsar la causa en la Justicia. Ayer estuvo entre los que rodearon el palco para asistir a lo que él prefiere llamar “homenaje”. La intervención de Kirchner, dice, fue corta. “Para mí fue un acto de contenido histórico, de un simbolismo muy fuerte, porque se presentó como jefe de Estado que vino a solicitar disculpas de parte del Estado argentino al lugar donde se cometió la masacre tal vez más emblemática del Noroeste argentino.” Los organismos locales tomaron la intervención del Gobierno como un “compromiso institucional para profundizar las políticas de juicio y castigo”, explicó Bosch, que recordó que necesitan del impulso de la Procuración General de la Nación en dos pedidos de juicios políticos a dos fiscales federales actuales que actuaron durante la dictadura.