Kirchner mantuvo una áspera conversación telefónica con Jaque, a quien le recriminó la designación del discípulo de Seineldín. Jaque se disculpó, porque dijo que no estaba al tanto de los antecedentes de Rico Tejeiro y le pidió tiempo para alejarlo sin escándalo. Sin embargo, ha empleado ese tiempo para fortalecer a Rico Tejeiro, quien el fin de semana concedió dos extensos reportajes a los principales diarios de la provincia en defensa de su gestión, luego de consultarlo con Aguinaga. A su vez Jaque respaldó al ministro. Según Aguinaga, nunca conoció a una persona “tan cálida conmigo, tan afectuosa, tan cariñosa, que me dé tanta sensación de respaldo en la política. Me dice ‘vamos para adelante, no se preocupe, sigamos’”. Dada la falta de respuesta ante la gestión política de Kirchner, quien se comunicó esta semana con el gobernador fue el jefe de gabinete de ministros Alberto Fernández. El atribulado Jaque volvió a pedir tiempo. Fernández le explicó que cuanto más pasara mayor sería el costo que pagaría, en defensa de una posición insostenible. Ni Rico y Aguinaga son presentables en un gobierno que tiene los derechos humanos como bandera.