Un paro sorpresivo dejó ayer a la ciudad de Buenos Aires sin subtes, desde media mañana hasta la noche, cuando el servicio se restableció. El Ministerio de Trabajo decretó la conciliación obligatoria y se prevé que hoy los trenes funcionarán con normalidad. La protesta se desencadenó a partir de un reclamo de los trabajadores por el sistema de ascensos que comenzó a implementar la empresa Metrovías, que inclumpliría un compromiso previo de consenso con los representantes gremiales. La medida generó malhumor en los usuarios, que tuvieron que hacer interminables colas de colectivos, recurrir a un taxi o, directamente, acortar distancias caminando.

Las medidas se iniciaron alrededor de las 9 en la Línea A, pero sin cese de actividades: allí los trabajadores optaron por levantar los molinetes en las estaciones Plaza Miserere, Acoyte y Primera Junta. Esa protesta era contra la sanción aplicada por la empresa a tres trabajadores. Pero a eso de las 10 empezó el paro en la Línea C, en rechazo al sistema de ascensos que había implementado la empresa.

Poco a poco se fueron sumando las demás líneas: primero fue la D, luego la B, posteriormente la A y por último el Premetro y las líneas E y H. A las 14, las puertas de todas las estaciones habían sido cerradas

La empresa Metrovías presentó entonces dos denuncias: una ante la Justicia, por la presunta interrupción de la línea C por parte de los delegados, y la otra al Ministerio de Justicia y Seguridad.

La piedra de la discordia fueron los cursos de capacitación organizados por la empresa, que comenzaron ayer, como requisito para la promoción de trabajadores a cargos jerárquicos. “En noviembre de 2006 se había firmado una carta de intención con Metrovías donde la empresa se comprometía a discutir un sistema de promociones y ascensos con los delegados, pero lanzó estos cursos de manera unilateral y sorpresiva”, dijo a PáginaI12 Karina Nicoletta, delegada de la Línea A.

–¿Por qué el gremio tomó un medida sorpresiva y no optó, por ejemplo, por anunciar un paro con un día de anticipación, para que los usuarios pudieran estar prevenidos? –preguntó este diario a la representante gremial.

–Pareciera que no nos importa perjudicar al usuario, pero no es así. A nosotros también nos tomó por sorpresa. Ya habíamos denunciado al Ministerio que si la empresa empezaba a dictar los cursos íbamos a tomas medidas de fuerza. Teníamos que actuar rápidamente porque son cursos cortos y una vez que empiezan es muy difícil retrotraerlos. Pedimos disculpas a los usuarios.

–¿Por qué se oponen a los cursos de capacitación?

–Porque la empresa elige la gente a dedo y les cercena al resto la posibilidad de capacitarse.

Metrovías, por su parte, aseguró que se trata de “una protesta que no tiene origen en un conflicto gremial colectivo”, que los ascensos se determinan con “criterios objetivos” y que la capacitación “es una condición necesaria para acceder a éstos”.

Los cursos se habían iniciado ayer en dos sedes, la estación Belgrano, de la E, y José Hernández, de la D. En total, asistían 16 trabajadores. “Hay compañeros con mucha antigüedad que no fueron convocados y otros que ingresaron recientemente a los que se les propone un ascenso”, se quejó la delegada.

En un comunicado, Metrovías afirma que “garantiza las condiciones laborales de todos los trabajadores”, y asegura que “los ascensos laborales se producen por criterios objetivos” para lo cual “la capacitación es una condición necesaria”.

El Ministerio de Trabajo convocó a las partes al mediodía y alrededor de las 18 se firmó un acta-acuerdo entre la conducción de la Unión Tranviarios Automotor (UTA) y Metrovías, por la que se retrotraía la situación al momento previo a iniciarse el conflicto. Después de que el acta fuera sometida a discusión en las asambleas de base, el paro se fue levantando a partir de las 20. Una hora después el servicio estaba normalizado. El paro había durado unas once horas.

Tras la reunión en Trabajo, el titular de la UTA, Roberto Fernández, cuestionó a los delegados del subte, que se oponen a la conducción del gremio: “El conflicto obedeció a un juego político al que ya nos tienen acostumbrados los delegados. Los usuarios fueron nuevamente convertidos en rehenes”, dijo.

Néstor Segovia, vocero del cuerpo de delegados, anunció anoche que “mañana (por hoy) el servicio va a funcionar normalmente”. Los trabajadores interpretan que la conciliación obligatoria que dictó el Ministerio de Trabajo por quince días congela la situación al momento previo al inicio del conflicto, por lo que quedarían en suspenso los controvertidos cursos de capacitación.