Al cumplirse un mes del terremoto que devastó Haití, la Justicia de Puerto Príncipe evalúa la liberación de los diez misioneros estadounidenses acusados de intentar secuestrar, traficar y sacar del país a 33 niños haitianos. Además, y por primera vez desde que ocurrió el sismo, una intensa lluvia sorprendió ayer a los casi dos millones de personas que duermen en carpas o a la intemperie en campos de refugiados. En los próximos meses, según estudios de expertos, comenzará la temporada de huracanes, que será más intensa que lo normal, y existen altas probabilidades que tormentas tropicales y algún ciclón de gran poder golpeen directamente al Caribe y vulneren aún más la situación en la isla.

El miércoles pasado, el juez del caso interrogó a los diez misioneros bautistas y ayer comenzó a discutir con el fiscal si es posible o no liberar a los estadounidenses arrestados el 29 de enero cuando intentaban cruzar a República Dominicana con 33 niños haitianos, sin ningún documento en regla. “Tengo que mandar las conclusiones al juez a propósito de las órdenes de detención. No puedo decir si será favorable o no”, dijo el fiscal Jean Serge Joseph.

El hecho de que no se haya podido tomar una decisión judicial aumenta las posibilidades de que los diez estadounidenses sigan encarcelados en Puerto Príncipe al menos hasta el lunes, dado que hoy es día de duelo nacional en Haití, al cumplirse el primer mes del terremoto que devastó la nación caribeña. Los diez misioneros son miembros de una organización religiosa en Idaho (noroeste de Estados Unidos), llamada New Life Children’s Refuge (Refugio Nueva Vida de los Niños), que proclaman hacer una acción humanitaria al salvar las vidas de chicos huérfanos tras el poderoso sismo. Sin embargo, después de su arresto transcendió que los niños no eran huérfanos y que muchos de ellos fueron entregados con la anuencia de sus padres, que aceptaron la promesa de estos misioneros de llevar a sus hijos a una escuela en República Dominicana.

Por otro lado, según el científico William Gray, coordinador de un equipo de expertos en huracanes de la Universidad del Estado de Colorado (CSU), “la temporada 2010 será más activa que el promedio”. “Cada año las posibilidades de que Haití esté en la ruta de impacto de un huracán se ubican normalmente entre un 10 y 15 por ciento: este año las posibilidades de que Haití sea alcanzado por un huracán podrían ser algo mayores, pero no son tan altas, y esperamos que no suceda”, indicó el científico.

Además, la temporada de lluvias que se avecina, a partir de abril, representa una fuerte preocupación para las organizaciones internacionales que trabajan en el país y para las autoridades haitianas. “Para 2010 tenemos medido un 49 por ciento de chances que una tormenta tropical esté dentro de un rango de hasta 80 kilómetros de Haití.”