En el Día del Niño por Nacer, la jerarquía de la Iglesia criticó el avance legislativo y judicial en pro de la despenalización del aborto, al que, en distintos encuentros los representantes eclesiásticos calificaron como “un crimen”. El vicepresidente segundo de la Conferencia Episcopal Argentina, arzobispo José María Arancedo, cuestionó el “pensamiento light” tanto “liberal” como “progresista de izquierda”, que al defender los derechos de las mujeres “se olvidan de acompañarlas desde la realidad de esa vida concebida y en el cuidado del niño”.