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Policías, a rendir examen. Unos veinte mil uniformados bonaerenses –casi la mitad de la fuerza– que no terminaron la escuela secundaria o que directamente nunca la empezaron deberán completar su educación en un plazo máximo de cinco años. El ciclo es de “carácter obligatorio”, aunque sin sanciones para los que no cumplan, y es el resultado de un convenio firmado ayer en conjunto por el Ministerio de Seguridad y la Dirección General de Educación y Cultura de la provincia de Buenos Aires. Comenzará a regir en agosto para todos los agentes y suboficiales de la fuerza, a los que por primera vez se les va a pedir este requisito. El plan es además un intento de equiparar a sus miembros con los ingresantes actuales, a los que se les exige el ciclo secundario completo.
“El 50 por ciento de los miembros de nuestra policía, por distintas circunstancias, no pudo completar su enseñanza secundaria. Por eso, desde agosto próximo, con carácter obligatorio, podrán terminar sus estudios, con un plazo para finalizarlos de entre 2 y 5 años”, señaló el ministro de Seguridad, Juan Pablo Cafiero, al firmar el convenio.
El “Plan de Terminalidad de Estudios de Nivel Medio para el Personal del Escalafón Suboficiales” se llevará a cabo en los centros de enseñanza para adultos de las escuelas bonaerenses con el programa oficial en vigencia. Uno de esos centros de enseñanza será puesto en funcionamiento en la Escuela Juan Vucetich, con anexos en las otras 18 departamentales bonaerenses. En ellas se dictarán clases en forma semipresencial, una de las tres metodologías a implementar, y que consistirá en una clase semanal y una jornada mensual intensiva.
Según explicó el subsecretario de Educación bonaerense, Alberto Sileoni, los suboficiales podrán estudiar a través de otras dos metodologías: una presencial, en todos los centros de estudio, especialmente preparada para los agentes que sólo tengan el título primario; la segunda será virtual o a distancia y estará a cargo de un anexo, creado para ese fin, en el Liceo Policial.
Aunque el plan remarca la obligatoriedad de cumplimentar el ciclo de educación media para todos sus miembros, lo cierto es que no se prevén sanciones para los que eludan la medida sino incentivos para los que la cumplan, de manera que el título se convierta en un requisito para la promoción profesional y su no obtención signifique un obstáculo en la carrera. Durante la presentación del programa, Cafiero señaló que “se va ayudar (a los policías) con sus horarios, sus temas laborales” y se “va a incorporar un plus de incentivo para los futuros ascensos para ese personal”.
La idea es que las clases se dicten por fuera de los horarios pico y con flexibilidad respecto de los turnos de trabajo, con lo cual no se justificarán ausencias por estudio y “de ninguna manera habrá por esta razón menos policías cumpliendo con su tarea, en la calle o en las oficinas”, señaló una fuente del Ministerio de Seguridad que trabajó en el proyecto.
Este plan es una de las cuatro patas de un Convenio de Colaboración y Asistencia firmado entre la cartera de Seguridad y la Dirección de Cultura y Educación bonaerenses. Otra, que ya está en funcionamiento, es el programa de capacitación en Prevención Temprana de la Violencia, una serie de 30 talleres dirigidos a todo el cuerpo docente bonaerense, desde los inspectores de escuelas hasta el personal de escuelas.
Este protocolo comenzó a funcionar ayer y en esta primera etapa, hasta diciembre, alcanzará a 1200 inspectores de escuelas de Mar del Plata, Bahía Blanca, La Matanza y Florencio Varela, que serán capacitados en la detección temprana de casos de violencia escolar en establecimientos educativos. Asimismo, se elaborará un “mapa” con los delitos y los hechos de violencia cometidos dentro de las escuelas y en sus inmediaciones. Sobre esto, Cafiero remarcó que la iniciativa se pensó “frente a los episodios de violencia en escuelas”. Estos talleres incluirán contenidos como derechos humanos, leyes nacionales y tratados internacionales sobrederechos de niños y adolescentes, ya que “el fin es evitar que la violencia sobre los chicos pueda también ser generada desde la escuela”.
En conjunto, se pondrá en marcha “un intercambio de información georreferenciada”, con el fin de intercambiar con el área educativa provincial datos sobre los hechos de violencia cometidos dentro y fuera de la escuela y otros delitos como uso de armas de fuego y la venta de drogas, que se incorporarán a una base de datos para la confección de los mapas.