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Las mujeres ganan menos que los hombres y sufren “una gran discriminación en el mundo laboral”. Estas son algunas de las conclusiones de un informe realizado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT), difundido ayer en Ginebra, y que constituye el primer estudio global sobre discriminación en el trabajo. Según el estudio, en la Argentina, aunque lejos de la igualdad, la situación es un poco mejor que en otros países del Cono Sur.
De acuerdo al informe “La igualdad en el trabajo, una necesidad del momento”, las mujeres son discriminadas a través de diversos mecanismos que se manifiestan en “la diferencia de trato cuando se traduce en una desventaja o en menores oportunidades para el individuo”. Algunas formas de discriminación son la diferencia de retribución entre hombres y mujeres por el mismo trabajo y la concentración de representantes de ciertos grupos en puestos de trabajo de menor rango y calidad.
En el estudio, que será debatido en junio en la conferencia anual de la OIT, se menciona que la diferencia de salarios por sexo es un fenómeno mundial, pero que es más significativo en América Latina, “la región con mayores disparidades de ingresos”.
Si bien en la actualidad hay más mujeres con ingresos que hace 50 años, la mayoría de ellas debe conformarse con empleos de baja calificación. “En Argentina, Brasil y México las mujeres se concentran en cuatro categorías ocupacionales: servicios, trabajos de oficina, comercios y profesionales y técnicos” y en los tres países los ingresos por sexo “presentan variaciones importantes dependiendo de la ocupación”: mientras que en la categoría “comercio y ventas” la diferencia de ingresos varía entre el 68 y 74 por ciento, en la categoría de profesionales y técnicos, las mujeres argentinas ganan el 81 por ciento de lo que perciben los hombres.
Una de las conclusiones del informe es que la discriminación en el trabajo causa y fomenta la pobreza.