Viernes, 30 de agosto de 2013 | Hoy
SOCIEDAD › ABRE EN BUENOS AIRES UNA MUESTRA SOBRE LA DESPENALIZACION DEL ABORTO EN LA CIUDAD DE MEXICO
En México DF el aborto es legal desde 2007. Una muestra de diversas expresiones artísticas expone el impacto que causó allí esa decisión. Ahora puede verse en el Centro Cultural Borges. Dos activistas feministas explican su importancia.
Por Mariana Carbajal
“El argumento más fuerte en la discusión jurídica en México fue la justicia social. Sabíamos que las mujeres de sectores económicamente acomodados accedían al aborto en la clandestinidad pero en condiciones seguras, mientras que las mujeres pobres arriesgaban su vida para interrumpir un embarazo”, señaló a Página/12 Leticia Bonifaz, destacada jurista mexicana que tuvo a cargo la defensa, ante la Suprema Corte de Justicia de su país, de la legislación que despenalizó el aborto en el Distrito Federal en 2007. Bonifaz viajó a Buenos Aires para presentar una exposición que refleja aquel proceso legal y que ayer se inauguró en el Centro Cultural Borges (Viamonte 525, CABA). Se podrá visitar hasta el 22 de septiembre.
Derecho a decidir. Aborto legal en la Ciudad de México: un modelo para la región es el nombre de la muestra, que propone a los visitantes reflexionar sobre el impacto que ha tenido la despenalización en la vida de las mujeres en el DF. “En los últimos cinco años no se registró ninguna muerte por un aborto inseguro en la capital mexicana”, subrayó Bonifaz.
“El aborto es un dilema ético que concierne a la mujer y debe ser dejado a su autodeterminación y conciencia. La legalidad del aborto expresa la maravillosa capacidad democrática de respetar la decisión de las mujeres de ejercer su derecho a decidir.” La frase, escrita en una de las paredes de la exposición, lleva la firma de la activista feminista Marta Lamas, considerada en México entre las diez mujeres más influyentes de ese país. La muestra, curada por Ignacio Vázquez y Maximiliano Florencio, incluye trabajos de una serie de creadores y creadoras procedentes de diferentes disciplinas. Las artes plásticas, el cine, la fotografía y la intervención urbana son algunos de los lenguajes que invitan a mirar la problemática del aborto desde distintas perspectivas. En una de las salas impacta una gigantografía de una mujer joven con una niña –que seguramente es su hija– de alrededor de 4 años tomada de la mano. Ambas sonríen, sobre el puente de una autopista. Un par de auriculares permiten escuchar su voz: la mujer cuenta su experiencia al decidir interrumpir un embarazo no deseado en los servicios hospitalarios de la Ciudad de México, donde desde el 24 de abril de 2007 es legal y gratuito el procedimiento hasta la semana 12 de gestación, y en la mayoría de los casos se realiza con medicamentos. “Y me sentí bien de ser dueña de mí misma”, dice. Otra joven, de 26 años, soltera, cuenta que recién se había mudado al DF desde un pueblo del interior del país cuando se enteró de su embarazo. “No quería (continuarlo) porque estaba empezando un nuevo momento de mi vida en una ciudad nueva”, dice. Y destaca la importancia que tuvo en su vida la reforma legal: “El saber que estás embarazada no significa que se te acaba el mundo y si te pasa tenés un abanico de opciones” para elegir qué hacer.
Desde la implementación de la ley, 104 mil mujeres recurrieron a la interrupción legal de embarazo en los servicios públicos de la Ciudad de México, precisó Bonifaz, quien como abogada del DF defendió la despenalización cuando su constitucionalidad fue cuestionada por sectores conservadores ante la Suprema Corte de México. Las estadísticas oficiales, subrayó la jurista, rompieron varios mitos en relación con el aborto: “Se decía que las que iban a recurrir a la interrupción de un embarazo iban a ser las adolescentes irresponsables porque no tienen control de sus emociones y resulta que el 94 por ciento de las mujeres que solicitaron en estos seis años y cuatro meses un aborto fueron adultas y sólo 6 por ciento adolescentes. El 84 por ciento dijeron ser católicas y el 39 por ciento, amas de casa. Hay un dato muy importante: casi todas las mujeres están llegando al hospital con 9 semanas de gestación o menos y creemos que esto ocurre porque hay mucha información. Hay una línea gratuita donde las mujeres pueden asesorarse sobre el procedimiento”, explicó. Un promedio mensual de 1200 mujeres interrumpen voluntariamente un embarazo en los servicios públicos, indicó. El primer año de la aplicación de la ley se produjo la muerte de una adolescente como consecuencia de un aborto. “Fue por negligencia médica, porque el profesional creyó la edad gestacional que le dijeron la niña y su madre, y en realidad estaba de más tiempo y no lo confirmó con una ecografía”, señaló a este diario María Consuelo Mejías, integrante de Católicas por el Derecho a Decidir de México, una de las entidades que auspician la muestra junto con la Fundación Ford, la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito de Argentina, el CELS y Amnistía Internacional, entre otras organizaciones.
La Ciudad de México es el único distrito de ese país donde el aborto no está criminalizado. En el resto de los estados –provincias– está despenalizado mayoritariamente en casos de violación o cuando corren riesgo la vida o la salud de la mujer, aunque estas excepciones rara vez se cumplen. En la muestra se exhibe el documental Viva México, del cineasta Flavio Florencio, argentino radicado en la Ciudad de México, que cuenta cuatro casos de mujeres presas por interrumpir un aborto. En algunos estados están previstas penas de hasta treinta años de cárcel por considerarlo un homicidio agravado por el vínculo. En la exposición se puede ver el video Expedientes, de la cineasta feminista María del Carmen Lara, que cuenta la historia de mujeres indígenas condenadas a altas penas y luego liberadas a partir de la acción de una ONG que apeló las sentencias y señaló una seria de irregularidades que se habían cometido en los procesos judiciales.
Actualmente, contó Mejías, algunas ONG acompañan a mujeres del interior mexicano que desean interrumpir un embarazo hasta la Ciudad de México, cubriéndoles pasaje y estadía.
La muestra se montó originalmente en el Museo Memoria y Tolerancia del DF.
–¿Por qué se trajo a Buenos Aires? –le preguntó este diario a Mejía, de CDD-México.
–Porque Argentina es uno de los países con un movimiento de mujeres bastante fuerte reconocido y legitimado, donde está en proceso de discusión un proyecto para despenalizar el aborto. La sociedad argentina está lista para avanzar con una reforma legal. Es imperativo que se atienda una situación que sólo causa sufrimiento a las mujeres.
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