La niña que logró sobrevivir tres días en una alcantarilla junto al cadáver de su madre asesinada fue dada de alta ayer, tras pasar diez días internada, y los vecinos de su familia la recibieron con regalos en su casa de Córdoba. “Martina es un emblema de la esperanza”, destacó el director del hospital de niños, Néstor Perotti, al confirmar el alta de la niña que es hija de Paola Acosta, la mujer asesinada el 17 de septiembre cuando salió de su casa para encontrarse con el padre biológico de la pequeña, Gonzalo Lizarralde, ahora detenido por el crimen. Perotti recordó que “la niña vino extremadamente grave, deshidratada, estresada” porque “pasó tres días sin ingesta de alimentos”, dentro de la alcantarilla donde fue abandonada junto a Acosta.