Domingo, 7 de junio de 2015 | Hoy
SOCIEDAD › EL AUMENTO DE CONSULTAS Y DENUNCIAS EN LAS LINEAS DE ATENCION A LAS VICTIMAS
La línea 144, que recibe llamados de todo el país, pasó de 1000 consultas diarias a 13.700. El 0800 porteño de atención a las víctimas tuvo una demanda 300 por ciento mayor. Y en la Oficina de Violencia Doméstica de la Corte Suprema también hubo más consultas.
Por Soledad Vallejos
La convocatoria por #NiUnaMenos, que derivó en concentraciones y marchas por todo el país el miércoles pasado, ya empezó a mostrar lo que significa que millones hablaran de violencia contra las mujeres y lo sostuvieran en la agenda pública. En la ciudad de Buenos Aires, la cantidad de llamadas a la línea de atención a las víctimas aumentó un 300 por ciento en las últimas semanas. En la Oficina de Violencia Doméstica de la Corte Suprema también hubo más consultas y pedidos de información. Y la línea gratuita 144, que recibe consultas y denuncias de todo el país, de un promedio de 1000 llamados diarios pasó a 13.700. De todos modos, por la velocidad con que creció la convocatoria, que fue lanzada el 11 de mayo, es decir, hace menos de un mes, no todas las estadísticas que organismos y oficinas de atención a víctimas llevan habitualmente están cerradas en lo que respecta al último mes. Por eso, para medir el verdadero impacto en que desembocaron las tres semanas intensas del #NiUnaMenos, hará falta tiempo y afinar algunos indicadores, advirtieron a este diario responsables de servicios de atención a víctimas de violencia.
En la Ciudad de Buenos Aires, la línea gratuita 0800-666-8537, que depende de la Dirección General de la Mujer, del gobierno porteño, suele recibir entre 50 y 70 llamados cada día, lo que suma un promedio de 10.000 por año. La experiencia, dice la ministra de Desarrollo Social, Carolina Stanley, indica que a cada mención mediática de la violencia machista corresponde una respuesta de manera automática: alguna demanda nueva en la línea. “Los días en que las fotos, los videos, las acciones tienen presencia en los medios el impacto en la central telefónica es inmediato. Se duplica la cantidad de llamadas. Lo mismo sucedió las veces en que hemos realizado entrevistas en el refugio o en las casas de medio camino. De inmediato, aumenta la cantidad de llamadas”, explica.
Pero en las últimas semanas el crecimiento de las demandas fue sostenido. Por #NiUnaMenos, “la cantidad de llamadas entrantes fue 300 por ciento mayor. Todas las operadoras y los boxes de atención tuvieron su pico de atención anual”. En la semana, además, aumentaron las consultas sobre el Programa Ayuda a Hombres violentos, algo que Stanley atribuye a la divulgación de una noticia muy concreta: la condena impuesta del DT de Arsenal, Ricardo Caruso Lombardi, por haber ejercido violencia contra quien fuera su mujer durante veinte años, María Isabel Rosetti. Porque consideró probado que Rosetti sufrió “insultos verbales y psicológicos”, “dos golpes de puño cerrado en la mejilla izquierda y varios golpes de puño”, la Justicia indicó que Lombardi debe asistir durante dos años a ese Programa y realizar 30 horas de trabajo comunitario.
Para Stanley, la visibilidad de la violencia machista como problema social, el hecho de que la conversación colectiva no abandonara el tema, puede ser fundamental, porque “nada es más importante para una mujer víctima de violencia que saber que hay muchas personas para ayudarlas, escucharlas, para acompañarlas y escuchar a otras mujeres, sentirse identificadas”.
Recientemente, la “Primera encuesta sobre violencia psicológica, física y sexual en la Ciudad”, realizada por el gobierno porteño y el Equipo Latinoamericano de Justicia y Género en base a datos de octubre y noviembre del año pasado, trazó un perfil de quiénes –entre las personas mayores de 18 años– padecen la agresión machista. Los números resultan impactantes: 6 de cada 10 mujeres se reconocieron víctimas de violencia psicológica al menos una vez en su vida (la incidencia es más importante entre las mujeres de entre 30 y 44 años) y 3 de cada 10 padecieron violencia sexual de parte de su pareja, aunque sólo 2 de cada 10 denunciaron haber sido víctimas de violencia física.
A la Oficina de Violencia Doméstica de la Corte Suprema (OVD, 011 4123-4510/414, que atiende casos solamente ocurridos en la ciudad, o de personas que vivan o trabajen en el distrito) no llegaron más denuncias que las habituales en las últimas semanas, pero sí hubo más consultas y pedidos de información, aunque esos números en particular no son registrados porque el espacio se focaliza en las denuncias judiciales, señaló a este diario la secretaria letrada a cargo, Analía Monferrer. “Uno de los médicos contaba recién que el jueves vinieron cuatro personas para denunciar casos de violencia física. Explicaron que había sucedido hace tres, cuatro meses, pero dijeron que la marcha de #NiUnaMenos los había motivado a denunciar ahora”. La OVD no sistematiza registros de llamados que no terminan en denuncias, y tampoco realiza evaluación de riesgo de la situación a través de un llamado telefónico.
“La mayoría de los llamados que recibimos son de sedes judiciales, de juzgados o fiscalías contravencionales (de la Ciudad de Buenos Aires), porque nosotros tenemos acceso al sistema informático de consulta de causas Lex, y entonces muchas veces nos llaman de dependencias para consultar qué pasó con un legajo en particular. Sin embargo, en el fin de esta semana las llamas eran más para saber si se podía hacer la denuncia acá o dónde, decían que les había surgido la inquietud porque estaban viendo algo de #NiUnaMenos, decían ‘solo para chequear’ o ‘estoy viendo televisión y dijeron tal cosa’”.
El número de denuncias formalizadas y en las que tuvo intervención la OVD, de momento, no sufrió grandes variaciones: como el resto de los meses, osciló entre los 30 y los 47 casos por día, con picos claramente más bajos en fines de semana. “Esto seguramente se va a mantener así un tiempo. Creemos que la demanda que recibimos depende mucho de la difusión también. Durante el primer año, entre septiembre de 2008 y fines de 2009, teníamos entre 15 y 18 casos por día. Ahora el promedio es mayor.” El modo en que la información sobre violencia machista, y casos de víctimas particulares, circula en las noticias influye y mucho, sostiene Monferrer. “Hace poco, una mujer fue asesinada en Recoleta cuando iba acompañada por un policía a retirar sus cosas de la casa en la que había vivido con su ex pareja. Ella murió en el lugar y el policía resultó herido. Eso pasó una mañana. Después salió la nota en los medios. Durante los siguientes tres días no vino nadie. Creemos que esa noticia terminó generando temor entre posibles denunciantes. Pero, a la vez, cuando hay un hecho más mediático, también aumentan los casos. Cuando Eduardo Vásquez mató a Wanda Taddei, a la Oficina llegaron muchas denuncias en cuyos legajos las mujeres contaban que habían sido amenazadas con morir del mismo modo, les decían ‘vas a terminar como esa chica’”.
Los datos de abril indican que el 79 por ciento de las 1188 denuncias atendidas por la OVD tuvieron por víctimas a mujeres: 66 por ciento adultas (de entre 30 y 39 años), 13 por ciento, niñas (de los restantes, el 11 por ciento son niños y el 10, varones adultos). En el 78 por ciento de los casos, la denuncia identifica como victimario a pareja o ex pareja (46 por ciento ex parejas; 16, “concubinos”; 15, cónyuges; 1, novios). El 80 por ciento de las personas denunciadas fueron varones. La violencia más recurrente es la psicológica (existió en el 96 por ciento de los casos), seguida de la física (67 por ciento de las denunciantes la sufrió), la económica (31 por ciento) y sexual (9 por ciento). El mapa de barrios en los que viven las denunciantes muestra la transversalidad de la violencia machista: hay tantas de Belgrano como de La Boca (3 por ciento), apenas algo menos que las de Villa Soldati o Caballito o Palermo (4 por ciento); la recurrencia se fortalece en Lugano y Flores (ambos con 8 por ciento).
En la provincia de Buenos Aires, los registros mensuales del Programa de Atención a Víctimas de Violencia, que depende de la Secretaría de Derechos Humanos, se procesan entre el 1 y el 5 de cada mes, de modo que los correspondientes a mayo todavía no estaban disponibles al momento de cierre de este panorama. Sin embargo, algunos datos de los meses anteriores permiten trazar algún paisaje posible sobre el cual se escucharon las voces y los pasos de #NiUnaMenos. De acuerdo con la Dirección General de Coordinación de Políticas de Género (que está bajo la órbita de la Subsecretaría de Planificación del Ministerio de Seguridad bonaerense), entre el 1 de enero y el último día de abril se realizaron “61.322 denuncias de violencia familiar y 1724 de abusos sexuales”. El 77 por ciento de las víctimas fueron mujeres (47.139), el 4 por ciento personas menores de edad (2189). Del total de denunciados, 19.431 son ex cónyuges o ex concubinos: 14.550 esposos o parejas convivientes (el 75 por ciento); 4461, novios o parejas que no conviven con la víctima; 3596, ex novios; 2804, novios; el resto, hermanos, padres, madres y otros parientes.
El Programa de Atención a Víctimas indicó que el 64 por ciento de las mujeres agredidas tiene entre 25 y 44 años (cifras muy similares a las de la ciudad de Buenos Aires), y el 18 por ciento tiene entre 14 y 24, mientras que las víctimas de entre 45 y 54 comprenden el 10 por ciento, las de entre 55 y 64, el 5, y las de 65 o más, 3 por ciento. En los registros de casos analizados por el Programa, en el 81 por ciento de los casos el agresor es pareja conviviente (53 por ciento) o ex pareja (28 por ciento) de la víctima. La violencia más usual es la psicológica (el 43, 2 ciento de los casos), seguida de la física (38,8 por ciento), la económica (10,7), la restricción de la libertad (3,9) y la sexual (3,4).
Los efectos de mediano y largo plazo de la centralidad en la agenda pública que la violencia contra las mujeres ganó en las últimas semanas todavía están por verse. Por lo pronto, la línea gratuita 144, que recibe llamados de todo el país, registró el impacto de inmediato. “Teníamos un promedio de 1000 llamados diarios que subieron a 13.700”, aseguró la titular del Consejo Nacional de las Mujeres (CNM), Mariana Gras. La funcionaria atribuyó el aumento directamente a “la marcha #NiUnaMenos del miércoles y a la conciencia social que se generó en los últimos días a partir de esta manifestación”. De los llamados al 144 –que desde 2013, cuando comenzó a funcionar, había recibido 97000 llamados–, el 30 por ciento fueron realizados por “personas que viven situaciones de violencia”, el 40, por “familiares y amigos que buscan asesoramiento”, y el 30 restante, a “personas que quieren constatar que la línea funcione”.
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