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David Alejandro Romero, alias “Pino”, de 25 años, quien tenía pedido de captura por estar sospechado de haber participado en 13 secuestros express en la zona sur del Gran Buenos Aires, fue asesinado ayer a balazos en Villa Galicia, partido de Lomas de Zamora, y la policía estimó que fue víctima de “un ajuste de cuentas”. Romero, según la información policial, fue baleado a 150 metros del lugar donde fue hallado muerto, en La Plata 350 de Villa Galicia. El prófugo, que iba en un Volkswagen Gol blanco que había sido robado el miércoles en Longchamps, se estrelló contra una casa luego de recibir varios impactos de bala.
Voceros de la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) de Lomas de Zamora dijeron que “la hipótesis más firme es que se trató de un ajuste de cuentas entre delincuentes”. La muerte de Romero se produjo mientras trataba de escapar; por ese motivo el coche quedó sin control y chocó contra una casa ubicada cerca del cruce de las calles La Plata y Onofre.
El cuerpo tenía un balazo que entró por la espalda y salió por el pecho. En el auto, que no tenía impactos de bala, encontraron un revólver calibre 32 largo al que le faltaba una bala en el tambor.
El subcomisario Adrián Castelli, titular de la seccional décima de Lanús, que investigó a la banda que presuntamente integraba Romero, dijo que la banda habría cometido “trece secuestros extorsivos entre septiembre del año pasado y enero de este año”. Todos los miembros de la organización fueron detenidos menos Romero, cuya captura se pidió en marzo pasado. La mayoría de los secuestros se cometían contra automovilistas que circulaban por la avenida Pavón, en el sur del conurbano, o en la zona residencial de Burzaco. Las víctimas eran elegidas “al voleo” y sobre todo se tenía en cuenta el valor del auto que conducían.
Después de llamar a la familia se pedían rescates “no muy altos” y los pagos se hacían, generalmente a las pocas horas, “de auto a auto”. En una ocasión, los delincuentes golpearon a una mujer a la que llevaban oculta en la parte de atrás de una camioneta. Hay testigos de este hecho porque los secuestradores se detuvieron a tomar una cerveza en un kiosco, mientras mantenían cautiva a la mujer en el vehículo. El homicidio de Romero es investigado por la fiscal de Lomas de Zamora Norma Elsa Morán.