SOCIEDAD
Detienen a un médico por presunto abuso de un menor, en un cibercafé
Según la denuncia, el chico, de 14 años, habría sido abusado por tres hombres. Uno de ellos lo habría obligado a mantener sexo oral. El médico, reconocido por el joven, rechazó la acusación.
Tiene 14 años. El sábado a la tarde chateaba desde un local de Internet de la calle Marcelo T. de Alvear al 2300, un sector del barrio de Recoleta poblado habitualmente de estudiantes de medicina, médicos y residentes. Alrededor de las seis y media de la tarde salió del baño y relató que allí adentro, un cliente del local, presunto médico de 36 años, casado y con hijos, lo habría sometido a un abuso sexual. Con la denuncia de los padres, la policía logró detener al médico ese mismo día con la casaca puesta en la puerta de un sanatorio de la zona. En el Juzgado de Instrucción 14 de Ricardo Farías, el médico reconoció que estuvo en el lugar pero rechazó las acusaciones por abuso. Habría testimonios de otros testigos que lo avalarían. Durante el día de hoy hablará el chico. Un grupo de peritos especialistas intentará confirmar a través de un interrogatorio con Cámara Gesell si lo que dijo es verdad.
El episodio recién trascendió ayer. De acuerdo con los datos recogidos por este diario, sucedió en el local administrado por ciudadanos chinos que al término del incidente terminó clausurado por la Justicia contravencional porteña porque carecía de los filtros obligatorios para bloquear el acceso de menores a las páginas porno y porque no contaba con habilitación.
Ni el Juzgado de Farías ni las fuentes policiales consultadas dejaron trascender la identidad del muchacho ni la del médico, presunto responsable del abuso. Se supo, en cambio, que pertenecería al staff del Sanatorio Otamendi, ubicado a unos metros del cibercafé.
El sábado a la tarde, el médico estuvo en el cibercafé de Marcelo T. de Alvear con la casaca que más tarde facilitó su reconocimiento. De acuerdo con una de las versiones, tres hombres –entre ellos el médico– habrían seguido al chico hasta el baño del local donde aparentemente lo abusaron. Dos de los hombres lo obligaron a practicar sexo oral, mientras que el tercero lo miraba para masturbarse, explicó la policía sobre el relato que hizo el adolescente. Otra versión, anoche, indicaba que los supuestos autores del abuso no habían sido tres sino dos. Que “visitaban páginas pornográficas” y que, cuando vieron que el chico se levantaba al baño, lo siguieron. El abuso lo habría cometido uno de ellos, mientras el otro sostenía la puerta.
Lo que sucedió después aún es motivo de investigación. Una de las versiones indica que, tras el episodio, el adolescente salió del baño, se dirigió a su computadora, se sentó frente a la pantalla y le contó a una amiga con la que chateaba lo que le había pasado. Ella se habría comunicado con la familia del adolescente para ponerlos al tanto de lo sucedido. Otra versión, no confirmada, indica en cambio que el muchacho les contó lo ocurrido directamente a sus padres porque habría abandonado el cíber apenas concluyó el abuso.
En cualquier caso, se supo que una vez que conocieron la noticia los padres del adolescente fueron hasta el local. Llevaron a su hijo a la comisaría 19ª, con jurisdicción en la zona, para hacer la denuncia. Cuando el chico les explicó a los agentes lo que había pasado, les aclaró que el abusador llevaba puesta una casaca de médico. Por esa razón, la policía lo llevó inmediatamente a recorrer distintos centros asistenciales de la zona, en una suerte de improvisada ronda de reconocimiento.
Al médico lo encontraron muy cerca. El adolescente lo reconoció en un sanatorio ubicado sobre Marcelo T. de Alvear, aunque se supo que ése no era el lugar donde trabajaba. A casi 48 horas de aquel momento y tras la orden de detención, el médico aseguró ayer a la tarde que era inocente. El juez Farías le tomó declaración indagatoria durante unas dos horas. Según los datos que trascendieron, dijo no saber de qué se lo estaba acusando ni quién era la presunta víctima. Admitió, sin embargo, que el sábado a la tarde estuvo en el local.
El chico, en tanto, será entrevistado hoy por psicólogos, psicopedagogos y asistentes sociales del juzgado. Intentarán descartar la posibilidad de que los hechos hayan sido inventados. Por las garantías jurídicas en materia de derechos de menores, está previsto que la entrevista se haga con una Cámara Gesell: el chico sólo estará frente a peritos. El juez, fiscales y abogados observarán el interrogatorio sin ser vistos a través de un vidrio espejado.
Hasta anoche, según pudo confirmar este diario, había un solo detenido, aunque distintas versiones indicaban que se buscaba a dos supuestos enfermeros. El médico volvió a su calabozo después de la indagatoria, acusado de supuesto “abuso deshonesto”.