A Andrea Elizabeth Viera y a su novio Gustavo Cardozo un grupo de uniformados de la comisaría 1ª de Florencio Varela los confundió en 2002 con delincuentes con los que se habían tiroteado. Aunque ni Andrea ni Gustavo tenían armas, los llevaron detenidos. En la comisaría los golpearon y los torturaron. Como consecuencia de los maltratos, Andrea murió días más tarde. Hoy se iniciará el juicio oral contra cinco policías acusados del asesinato.

Los imputados, que fueron declarados prescindibles por el Ministerio de Seguridad en la última purga, son la cabo primero Marta Jorgelina Oviedo, el oficial principal David Leonardo Gutiérrez, el suboficial principal Carlos Daniel Maidana, el agente Oscar Farías –acusados de torturas y torturas seguidas de muerte– y el oficial subinspector Diego Hernán Herrera, que será juzgado por el delito de omisión de denuncia.

Las audiencias estarán presididas por el Tribunal Oral en lo Criminal 3 de Quilmes, integrado por los jueces Alicia Anache, Armando Topalian y Alejandro Portunato.

Entre la querella y la defensa se solicitaron 79 testigos, entre los que se encuentran todas las personas detenidas en la comisaría la noche del 10 de mayo de 2002, cuando detuvieron a la pareja, por lo que se estima que el juicio se prolongue por más de una semana. El pedido de Luis Valenga, abogado de la familia de Viera, será que a los cuatro acusados de la muerte de Andrea se los condene a prisión perpetua.

Eugenia, hermana de Andrea, expresó: “Exigiremos la máxima pena para los policías. Queremos que sean condenados a cadena perpetua. Espero con mucha ansiedad el juicio y con mucha esperanza de que se haga Justicia. Tras cuatro años de lucha estamos logrando de a poquito casi todo, pero falta lo principal: la condena”.

Andrea y su novio habían sido detenidos a pocas cuadras del centro de Florencio Varela, cerca de donde un grupo de delincuentes se había tiroteado con la policía. La pareja fue rodeada por una veintena de policías y arrestada por averiguación de antecedentes. Los golpes comenzaron en el patrullero y continuaron en la comisaría, donde se turnaban para pegarles mientras estaban esposados. Esa misma noche Andrea tuvo que ser internada en el hospital. Estuvo en estado de coma durante doce días, hasta que falleció.

Recién el pasado 2 de junio, el Ministerio de Seguridad bonaerense resolvió echar de la fuerza a los jefes de la comisaría donde fue torturada Andrea. Los dos jefes removidos son los inspectores Jorge Oscar Sita y Rafael Daniel Ominelli, quienes en aquella época eran el titular y el segundo jefe de la dependencia. Ese mismo día, una placa en memoria de la mujer muerta a golpes fue colocada en la comisaría.