De la casa del horror de Llavallol siguen surgiendo datos, objetos y, por el momento, especulaciones. Uno de los objetos secuestrados es un cordón hallado dentro de la casa, que algunas hipótesis vinculan con el crimen de la chiquita, aunque no esté determinado cómo y en qué situación fue utilizado. También, según fuentes policiales, fue secuestrado “material porno”, refiriéndose a una docena de videos hallados en el sector habitado por Juan Zabielewicz, el más joven de los dos hombres detenidos. Según el abogado de la familia de Evelyn, Roberto Damboriana, el muchacho confió a un psicólogo policial su autoría: “Pude haber sido yo, no me acuerdo”, dijo JZ en el momento de su detención, aunque es dudoso que la declaración pueda ser tomada como prueba. En la misma casa, muy cerca de donde fue enterrada Evelyn, los investigadores descubrieron un pozo a medio empezar, de unos 10 centímetros de profundidad. Lejos, a muchas cuadras de allí, Evelyn volvía a ser sepultada, esta vez rodeada de los suyos, de sus llantos y sus lágrimas.

Al fondo de la casa de La Huella 341 se abre un pequeño terreno de unos tres metros y medio por unos dos metros y medio. A la izquierda se levanta una construcción precaria, con un contrapiso de cemento. Muy cerca de allí, pero a cielo abierto, se encuentra la parrilla bajo la cual fue enterrada Evelyn aún con vida. El último hallazgo de los investigadores fue dentro de la habitación precaria. En el contrapiso descubrieron un hueco de unos diez centímetros de profundidad. “Es como si hubieran querido cavar un foso, pero eligieron un sector muy duro, les costó mucho perforar el contrapiso de cemento”, reveló a Página/12 uno de los investigadores. La hipótesis es que el intento de cavar el foso y la elección del nuevo lugar donde finalmente fue hallada Evelyn fue un trámite que demandó unos minutos. “No les daba el tiempo para seguir cavando con tanta dificultad”, agregó el investigador.

En la vivienda, en el sector ocupado por JZ, también hallaron un cordón con el que creen que podrían haber mantenido sujeta a la chiquita, aunque aún no hay demasiadas pruebas de que esté vinculado al crimen. Otro hallazgo –y éste sí sorprendió a los buscadores de rastros– fue el de una docena de videos que fueron secuestrados de la parte de la vivienda habitada por JZ. “Material porno” la definió la misma fuente y aclaró que “no sabemos todavía si los doce videos son porno porque no fueron analizados”.

Pero bastó el dato para que el abogado de la familia de Evelyn, Roberto Damboriana, asegurara que “con semejante cantidad de videos porno se puede ir definiendo un perfil del más joven”. Damboriana agregó que el muchacho había confesado a un psicólogo policial, en el momento de su detención, que podría ser el autor del crimen. Podría, en condicional, porque el mismo muchacho parece haberlo dicho así. “Pude haber sido yo –le habría dicho al psicólogo–, no me acuerdo, tengo una laguna.”

Además, JZ señaló en la entrevista con el psicólogo un sector donde debía estar enterrado el cadáver, pero en ese sitio los peritos encontraron en realidad ropas de la víctima.

Ayer, en los Tribunales de Lomas de Zamora se aguardaba la declaración indagatoria de los cuatro detenidos, “el Polaco” Armando Zabielewicz, de 53; su esposa Vicenta Tapia, de 57; el ya mentado JZ, hijo de ambos, y su novia María Alanis. Pero la declaración fue postergada luego de que el defensor oficial de los cuatro, Daniel Galván, solicitara un plazo de un día para tomar contacto con el expediente.

Las hipótesis y líneas que se van trabajando entre los investigadores apuntan sobre JZ, aunque no esté definido completamente el rol que pueda haber jugado cada uno de los cuatro habitantes de la casa del horror de Llavallol. Aún quedan pericias por realizar, falta determinar con certeza si no hubo abuso sexual, si hubo intento, falta analizar las vestimentas y otro tipo de pericias entre las que la psicológica no va a jugar un papel menor en el caso.

“Yo pido justicia, cadena perpetua para los cuatro”, reclamó Leandro Ferreira, el tío de Evelyn y el que tenía el suficiente estado de ánimo como para llevar la voz cantante de los familiares de la víctima. “El castigo debe ser igual para los cuatro, porque no sé quién fue, pero todos fueron cómplices y la nena apareció ahí.” Leandro pidió además que se detuviera a un vecino que, según las versiones no confirmadas en el expediente judicial, había visto cuando Evelyn entró a la casa de los Zabielewicz el día en que desapareció.

El reclamo se interrumpió sólo en un momento, lejos de la casa del horror, en otra parte, en el cementerio de Lomas de Zamora, donde un dolorido y espantado cortejo lloraba el cuerpito de Evelyn Ferreira.