El panadero que el jueves mató en Remedios de Escalada a una vecina, cuando salió a perseguir a los tiros a un ladrón, es tuerto y aseguró ayer ante la Justicia que no vio a la víctima. Luis Zurrón, de 45 años, declaró ante la fiscal María Recalde, a quien le contó que perdió la visión del ojo derecho a los 18 años a raíz de un accidente en el que se clavó un cuchillo. Sin embargo, el comerciante le comentó que con el ojo izquierdo ve “perfecto” e incluso le contó que no tuvo problemas en aprobar el examen psicofísico para obtener la tenencia de las 13 armas que posee. Si bien Zurrón no se amparó en su déficit de visión para defenderse, dijo que no vio venir a Gladys Pérez cuando se puso a disparar en la vereda. Zurrón relató que primero efectuó un disparo al aire, que el ladrón –que ya estaba a 66 metros distancia–, se dio vuelta y, al ver que éste tenía un revólver, efectuó el resto de los disparos –siete–, pero sin observar que en la línea de tiro estaba Pérez. Durante la indagatoria, en la que fue asistido por un defensor particular, el panadero se mostró muy consternado y arrepentido por lo sucedido, según confió una fuente judicial.