Cuando llegó su turno, a Rocío el médico del hospital la llamó por ese nombre que ya casi había olvidado. El nombre que figura en su documento, pero que ella no usa desde que definió su sexualidad. Desde que es transexual. Se sintió observada por toda la gente que estaba en la sala de espera. Desde ese día, nunca más volvió a ir a un centro de salud. Para evitar situaciones como ésta –que afectan a centenares de personas–, el Ministerio de Salud bonaerense dictó una resolución que indica a los profesionales y trabajadores de los hospitales de la provincia que designen a los travestis y transexuales que asistan como pacientes, por el nombre que ellas elijan.

La medida, que se pondrá en vigencia el próximo martes, apunta a evitar la exclusión que se genera cuando este tipo de situaciones hace que las integrantes de este sector social prefieran no tratar sus problemas de salud para evitarlas. La iniciativa surgió a partir de un reclamo del Movimiento Antidiscriminatorio de Liberación (MAL), que había detectado esta problemática en la población de transexuales.

“Aunque parezca mentira, hay muchas razones que llevan a la exclusión de sectores sociales de la asistencia sanitaria pública”, dijo a Página/12 el ministro de Salud bonaerense, al fundamentar la medida. “En la búsqueda de identificar cada una de esas problemáticas, nos encontramos con este reclamo de las transexuales, entre las que, en muchos casos, pasar por situaciones de este tipo les producía una resistencia a volver a ir al médico”.

Noelia Luna, dirigente de la asociación MAL, afirmó que éste “es un paso más en nuestra búsqueda de ser reconocidas como sujeto de derecho. Nosotras sabíamos que se trataba de un proyecto muy grande, porque es una cuestión que no sólo sienta un precedente jurídico sino también una sensibilización social sobre el tema”. Consideró además que la medida “es un logro más en el camino de nuestra inclusión”.

En su texto, la resolución señala que tiene como base “la Ley Nacional 23.798 y su decreto reglamentario 1244/91”, que “pauta como ejes legislativos la preservación de la dignidad de las personas, evitar la marginación, estigmatización, degradación o humillación, la confidencialidad, el secreto médico y la individualización de las personas en forma codificada”. Además, alude a la Declaración Universal de los Derechos Humanos, la Declaración Americana de Derechos y Deberes del Hombre y al Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales.

Por lo general, en los centros de salud, a las travestis y transexuales se las llama por el nombre que figura en sus documentos, una situación que produce no sólo incomodidad ante la gente, sino también “faltas de respeto de los propios médicos que, incumpliendo sus obligaciones, por ejemplo tienen actitudes homofóbicas y transfóbicas o hacen bromas al respecto”, marcó Luna. A partir de ahora, serán las propias pacientes las que elegirán cómo prefieren ser llamadas.

La dirigente de MAL explicó que este avance les da “un impulso importante para llevar esta medida a otros ámbitos donde también se ejerce violencia en contra nuestra, como comisarías y registros civiles”. Al respecto, Luna recordó que presentaron un proyecto para derogar los artículos 68 y 92 del Código Contravencional de la provincia, tiene media sanción en la Legislatura bonaerense. “Esos artículos son los que les dan a los policías y funcionarios las herramientas para hostigarnos”, afirmó.

Informe: Eugenio Martínez Ruhl.