Un niño de siete años murió y su padre sufrió gravísimas heridas después de que un automóvil preparado para correr picadas, que circulaba a alta velocidad, se subió a la vereda y los aplastó contra un paredón de un hipermercado en la localidad bonaerense de Temperley.

Por el hecho quedó detenido el conductor del auto, acusado de “homicidio simple con dolo eventual” y tentativa del mismo delito, ya que la fiscal del caso entiende que debió representarse el daño que podía provocar al ir con su automóvil a tanta velocidad.

El episodio ocurrió a las 22.45 del miércoles, cuando David Rodríguez, de 42 años, su esposa y su hijo Alan Federico, de siete, salieron del supermercado Coto ubicado en la avenida Hipólito Yrigoyen, entre Pichincha y 25 de Mayo, al sur del conurbano bonaerense. Según pudieron reconstruir los investigadores, un Dodge Polara negro conducido por un hombre uruguayo de apellido Serra y de 58 años se salió de su carril, dio un giro en “U” y se estrelló contra un paredón, a metros de la entrada del hipermercado.

El auto se encontraba en muy buen estado general, estaba preparado para correr picadas con relojes cuenta revoluciones y el escape libre, tenía llantas cromadas y se dirigía de Norte a Sur, en el sentido hacia Turdera. “Venía a una velocidad elevada y mordió el cordón de la plazoleta central de la avenida. Eso le provocó un brusco giro en ‘U’ y derivó en esta tragedia”, dijo un jefe policial. Cuando se cruzó de carril, el auto no chocó a otros vehículos que circulaban por la avenida, sino que atropelló directamente al niño y a sus padres, quienes quedaron aprisionados contra el paredón.

El hombre permanecía internado ayer en terapia intensiva, con asistencia respiratoria mecánica, y los médicos intentaban controlarle una hemorragia para operarlo.