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El pintor español surrealista y expresionista Pablo Picasso y el retratista del campesinado brasileño Cándido Portinari no compartieron escuela, movimiento ni atelieres. Sin embargo, desde ayer algo los emparienta: un óleo de cada uno fue robado por entre tres y cuatro personas del Museo de Arte de San Pablo, el más importante de América latina.

Se trata de Retrato de Suzanne Bloch, que Picasso realizó de una cantante de ópera amiga en 1904, una de las últimas obras de su período “azul”, y de Labrador de café, de Portinari, el más influyente pintor en la historia del arte brasileño, que data de 1939 y retrata al trabajador de una plantación. Ambos fueron hurtados en tres minutos ayer al amanecer. Según las pericias, los asaltantes forzaron la puerta principal del museo. El valor de la obra de Picasso ascendería a los 50 millones de dólares.