La Legislatura porteña sancionó ayer, en primera lectura, el demorado Plan Urbano Ambiental de Buenos Aires (Puaba), la ley marco a partir de la cual se elaborará el futuro Código de Edificación de la ciudad. La norma deberá ser sometida ahora a una audiencia pública, para luego volver a ser tratada en el recinto por los diputados para su aprobación definitiva. Cuando los vecinos de algunos barrios porteños reclamaban por la construcción indiscriminada de edificios en torre, desde el gobierno porteño se les respondía que una de las soluciones para regular el crecimiento de la ciudad sería el Plan Urbano Ambiental. Pero el proyecto aprobado ayer nada dice acerca de las alturas a edificar, ya que se trata de una ley marco.

En su primera sesión extraordinaria, la Legislatura aprobó el proyecto con más de 40 votos positivos. Los bloques Igualdad Social y la Coalición Cívica se expresaron en contra de la iniciativa, por considerar que no hubo debate sobre cuestiones de fondo y que su contenido “carece de información básica”.

El proyecto de Plan Urbano Ambiental es un documento de unas 120 carillas, cuya elaboración, a cargo de un Consejo integrado por especialistas, demandó cinco años. Fue presentado en la Legislatura hace un año por el ex jefe de Gobierno Jorge Telerman.

El PUA consiste en un marco regulatorio orientador del ordenamiento territorial y del medio ambiente que establece los lineamientos para la inversión en las obras públicas. Además, el texto incorpora los puntos básicos para la localización, regulación y preservación de las actividades que se desarrollan en “el espacio aéreo, suelo y subsuelo de la ciudad”, según define el artículo 2 de la norma.

Para la Legislatura, ésta era una de sus principales asignaturas pendientes, ya que si no se trataba ayer, en la última sesión del año, el Plan iba a perder estado parlamentario, por lo que debía iniciar en marzo un nuevo recorrido por las comisiones.

El diputado de la Coalición Cívica Enrique Olivera argumentó que “la falta de debate sobre las cuestiones de fondo, para resolver las falencias del Plan, fundamenta el voto en contra de este proyecto”. Por su parte, el legislador Martín Hourest cuestionó que para evitar que el proyecto de ley pierda estado parlamentario se puso “a debate un plan que se basa en un resumen de objetivos y recomendaciones generales, que poco ahondan en los temas centrales de una agenda de planificación para la ciudad”. Hourest se quejó de que el Plan “no presenta un diagnóstico” de la situación ambiental en “que se encuentra la ciudad, ni propone un modelo territorial”. “Carece de información básica, tal como cuáles son los escenarios de crecimiento previstos y la base de sustentación económica en el corto, mediano y largo plazo”, apuntó el legislador.

Entre otros puntos, el plan se propone promover el uso intensivo del servicio ferroviario en ejes radiales, con la eliminación de pasos a nivel, mediante la construcción de puentes o túneles. Contempla construir playas de estacionamiento en las zonas de trasbordo para desalentar el uso de vehículos privados y trazar bicisendas o vías exclusivas, para traslados en bicicletas. También vincular la ciudad con los ríos que la delimitan.