Jorge Romero Hiriart, cardiólogo y hermano del médico acusado de la muerte de Eliana Romero en la clínica Magnasco de Haedo, afirmó ayer que “se perdió una vida por no esperar”, en alusión a que el resto del equipo de profesionales “estaba lúcido y no fue capaz de observar lo que pasaba (con su hermano Luis Alberto) y parar la operación” de apendicitis. Luis Alberto Romero Hiriart, que está acusado de “homicidio simple con dolo eventual”, había consumido “alcohol y algún tipo de psicofármacos” el día en que ocurrieron los hechos, según confirmó ayer el ministro de Salud de la provincia de Buenos Aires, Claudio Zin.

Jorge Romero Hiriart, hermano mayor del imputado, sostuvo que su familia “está destrozada y apenada por la adolescente” Romero, fallecida el martes. De todos modos señaló la responsabilidad de los demás médicos. “No me cierra que se responsabilice a una sola persona cuando las otras que estaban lúcidas no fueron capaces de observarlo y parar la operación. Si él llega y no está en condiciones, el cirujano (Nicolás Galoppo, procesado por homicidio culposo), tiene que parar la operación”.

“Hasta la instrumentista dijo que (su hermano) no se sentía bien. Se para unos minutos, luego vendrá una sanción ética para él, se lo echará del sanatorio, pero así no se perdía una vida.” El hermano del acusado insistió en que hubo “una responsabilidad compartida”.