Según el Informe Mundial sobre las Drogas 2009 difundido ayer por la Onudd, el consumo entre la población en general de la Argentina registró un aumento “alarmante” en una de sus franjas, la de estudiantes secundarios. Entre el año 2001 hasta 2007, la tasa de prevalencia anual (es decir, el uso de una droga por lo menos una vez al año) pasó de un 3 a 8,1 por ciento. En el documento se reseña otro informe de 2007 que indica que Argentina tiene la más alta tasa de prevalencia en Sudamérica en lo que a consumo de cocaína respecta: habría alrededor 660 mil usuarios. Las encuestas hechas por el Indec el año pasado en 51 mil hogares situaron la cifra en 440 mil.

Si bien no usó el término “paco”, la Onudd señaló que “las más altas tasas de prevalencia anual de pasta base de cocaína fueron reportadas en Chile (0,6 por ciento), seguidas por Argentina (0,5) y Perú (0,4). Otras cifras –también de 2007– indican que “la Argentina y Brasil registraron, respectivamente, el segundo y el tercer mayor índice estimado de uso de estimulantes de tipo anfetamínico en el mundo, como metanfetamina, anfetamina y otros inhibidores de apetito o éxtasis”.

Por otra parte, se señala que la fabricación de estimulantes anfetamínicos se trasladó “hacia el sur”, incluyendo a Guatemala, Honduras, Perú y Argentina. En la Onudd se tiene una postura negativa, prohibitiva, con las asociaciones que reclaman reducir los riesgos de los usuarios de drogas inyectables, proveyéndoles jeringas descartables. De hecho, esta estrategia fue resistida en la Argentina. Según la Onudd, el país está en el segundo lugar en cantidad de contagios de VIH por uso de sustancias psicoactivas vía intravenosa en el mundo.