Los investigadores del caso Matías Berardi resaltaron ayer las posibles coincidencias con el crimen de Axel Blumberg en 2004, quien intentó fugarse, fue recapturado y asesinado porque vio los rostros de sus captores. A Blumberg lo capturaron en Martínez, al norte del conurbano bonaerense, y fue llevado a una precaria casa en el barrio Santa Paula, de Moreno. Del juicio surgió que los captores iban a liberarlo sin cobrar rescate por la persecución policial, pero el joven creyó lo peor, que lo asesinarían, y por eso intentó escapar.

El 23 de marzo de 2004, a Axel lo encerraron vendado, pero sin ataduras, en el baúl de un auto robado. De allí salió pateando el respaldo del asiento trasero. Blumberg llegó a golpear la puerta de una casa pidiendo auxilio y la propietaria llamó a la comisaría de Villa Trujuy, pero no enviaron ningún patrullero. Los secuestradores lo recapturaron y pese a su intento desesperado por renegociar el pago del rescate, los delincuentes le dijeron que a esa altura su plata no les interesaba. Al igual que a Berardi, a Axel lo llevaron a un descampado y lo fusilaron.