SOCIEDAD
“Vienen para desalojarnos”
La santiagueña María Elena Ovejero todavía sueña con los maizales que vio en Tlaxcala, México. “Anteriormente, donde vivo sembrábamos muchísimo, el maíz era nuestra alimentación base. Ahora no podemos sembrar nada, por el problema del agua”, explica. En este caso, el enemigo de 1200 familias es el dique Figueroa, ubicado en el departamento del mismo nombre, que se rompió hace doce años para traer sequía. “Pedimos al gobierno que lo arregle, pero nadie nos escucha. A nadie le importa”, comenta. Como si con ello tuvieran poco, “otra problemática que tenemos es con las tierras. Vienen empresarios para desalojarnos, cuando somos eternamente pobladores”, afirma. Como el Estado no les brinda los títulos de propiedad, varios llegan “con ánimo de dueño y con dinero para inventar los papeles”, sostiene. La participación en el encuentro mexicano le sirvió “para fortalecerme como persona, para mi organización, porque en este departamento la lucha es diaria”. Entre el 25 de septiembre y el 1º de octubre, más de 200 trabajadoras rurales de América latina debatieron sobre realidad social, económica, política y cultural de la región. También hablaron sobre la posesión de la tierra e hicieron trabajos prácticos grupales sobre políticas sociales, identidad, diversidad y desarrollo sustentable.