“En realidad, de cada 99.999 en cien mil le creemos a una persona. Nadie sabe demasiado del tema. Y entonces elegimos a quién creerle, a cuáles ambientalistas y a cuáles posturas. Elijo ese porcentaje porque no creo que nueve de cada diez sepan algo del tema. El porcentaje es inferior y por eso, de cien mil personas sólo una quizá sepa bien cuáles son sus fundamentos. Soy muy respetuoso del miedo sincero de la gente de Gualeguaychú, pero elijo creerle a un gobierno progresista que por su carácter y antecedentes ambientalistas (Tabaré Vázquez y Arana fueron intendentes de Montevideo e hicieron una verdadera obra en ese sentido) no pueden traicionarse. Si bien hay diferentes opiniones, es creíble la posición de Uruguay. Sin embargo, se necesita un arbitraje técnico, bien independiente, y que ponga fin al conflicto. La gente de Gualeguaychú les cree a los asambleístas. Los vecinos buscaron llamar la atención del gobierno argentino, que estuvo llamativamente lento, pero era la única manera de que los escucharan. Ahora el corte de rutas se ha transformado en una obsesión. La cuestión de La Haya es inconveniente para el tema de las papeleras. El punto es si éstas son contaminantes. La problemática no va camino a nada, ninguno de los dos presidentes (Tabaré Vázquez y Néstor Kirchner) tiene regreso político. La evaluación deben hacerla uno o varios organismos, independientes de ambos países y que sean bien creíbles. Yo estoy a muerte con el gobierno uruguayo. Realmente espero que este conflicto se termine rápido.”

* Relator y periodista.