“¿Mi primera vez? Fue malísima”, se sinceró Javier, sin sonrojarse, casi divertido. Ese momento que suele pensarse como un hito importante en la vida de una persona, concebido como pasaje –quien sabe adónde– en su caso ocurrió tres años atrás, a los 17. Javier estudia Derecho en la UBA y vive en Caballito. “Fue con una chica que era mi novia, fue en una fiesta en su casa, había corrido mucho alcohol y cuando se fueron todos yo me quedé”, recordó en diálogo con Página/12. Ella tenía la misma edad que él, pero para ella no era la primera vez. “Yo creía que sabía qué tenía que hacer, pero no me salía nada. Fue malísima”, detalla.

–¿Se cuidaron?

–Sí, sí, con preservativo.

–¿Y lo planearon o fue más una cuestión del momento?

–Había calentura, calentura y mucho alcohol.

José se inició con una ex novia a los 18. “No se había dado antes cuando estuvimos juntos, y bueno, se dio después. Fue en mi casa, una vez que nos reencontramos. Creo que los dos teníamos la sensación de que ‘eso’ había quedado pendiente. Para ella también fue la primera vez”, contó José, que ahora tiene 21 y estudia en la universidad Ciencia Política. También ellos usaron un condón. “Habíamos hablado de que, si no era así, con preservativo, no lo hacíamos”, precisó. Ella tenía la misma edad que José. Una prostituta es cada vez menos la pareja elegida para el debut, aunque todavía –como muestra el estudio del Cedes– algunos recurran al sexo pago en la Argentina. Como Eduardo: a los 16 y medio, tuvo su primera vez con una mujer experimentada, que lo doblaba en edad. Lo más llamativo fue que quien hizo los arreglos –pedir un turno en el rubro 69 de los clasificados de Clarín– fue su madre, secretaria ejecutiva de una empresa. Fue ella y no Eduardo –que hoy tiene 20 y trabaja en un call center además de estudiar en una facultad– quien contó el episodio a este diario y, además, aportó el dinero para la ocasión.