Una vez descartada la posibilidad de hacerlo en Entre Ríos, ahora se analizan otras alternativas para la realización del aborto no punible que viene reclamando desde hace más de un mes la madre de MFC, la joven de 19 años –con una edad mental de 5– que quedó embarazada luego de sufrir un abuso sexual. “En Entre Ríos, después de la repercusión mediática que tuvo el tema, es imposible que alguna clínica pueda aceptar hacer la intervención, de manera que la madre tiene que estar pensando en otras alternativas, en otros lugares del país, porque el fallo a favor que obtuvo de parte de la Justicia, la habilita totalmente para intentarlo”, comentó a Página/12 una fuente allegada al caso. En ese sentido, ya se sabe de la existencia del ofrecimiento de un hospital público, en otro lugar del país, donde se podría concretar la interrupción del embarazo.

“El Superior Tribunal de Justicia de Entre Ríos ya le dio el aval al pedido de la madre (de MFC), pero los médicos del Hospital Materno Infantil San Roque (de Paraná) se negaron a hacerlo argumentando cuestiones de conciencia y no razones médicas valederas, de manera que ya no quedan alternativas en la provincia y es necesario buscar en otros lugares del país”, le dijo a este diario una fuente judicial que estuvo participando activamente en todo el proceso previo al fallo de los jueces entrerrianos. Al mismo tiempo, una fuente gubernamental admitió que ya están avanzados los contactos para que MFC pueda, por fin, hacerse el aborto no punible que demanda su madre.

“Lo único que hay que garantizar es que la intervención se realice en un lugar adecuado, para que no haya riesgos para la vida de la menor”, insistió la fuente judicial consultada por este diario. El director del Hospital San Roque de Paraná, Jorge Berraz, había asegurado que el aborto no se hizo allí porque la intervención “acarrearía riesgos” para la joven por lo avanzado de la gestación, que es de 18 semanas. Sin embargo, el jefe de Obstetricia del establecimiento, Hugo Cati, reconoció a Página/12 que no se hizo porque “todos (los profesionales) hicieron objeción de conciencia”, algunos de ellos por su “formación católica”.