Seis guerrilleros, cuyas identidades no fueron divulgadas, llegaron el jueves 17 a Managua, entre las 18 y las 19 locales, en un vuelo privado procedente de Venezuela, reveló el diario La Prensa. Según el periódico, por lo menos uno de los miembros de la delegación era un integrante del secretariado de las FARC.

Fuentes políticas locales, que el diario no cita, relataron que la aeronave -un avión Cessna- estaba tripulada por personal venezolano, que tampoco fue identificado. "Tras dejar a sus pasajeros, el avión regresó inmediatamente a su país", agrega la nota.

Según La Prensa, la información sobre los pasajeros "fue manejada con absoluto hermetismo por personas afines al (gobernante) Frente Sandinista, marginando incluso al mismo personal del aeropuerto internacional que se encarga de recibir los vuelos internacionales".

La publicación adjudica además a "medios colombianos" la información de que el aparato pertenece a la empresa estatal Petróleos de Venezuela Sociedad Anónima (PDVSA), aunque ningún vocero oficial en Nicaragua confirmó esta especie y los sitios web de los principales medios de Colombia citan la versión pero la atribuyen a La Prensa.

Por otra parte, la Policía de Nicaragua dijo que desconocía si Interpol emitió una alerta sobre el posible movimiento de los guerrilleros de las FARC, quienes cuentan con orden de captura internacional, según el mismo periódico.

"No recibimos ninguna alerta de Interpol, no hemos recibido absolutamente nada", sostuvo en forma rotunda la directora de la Policía, primera comisionada Aminta Granera, citada por La Prensa.

El mismo diario había señalado que uno de los integrantes del grupo rebelde colombiano que viajaría a Nicaragua sería el máximo jefe de esa organización, alias Alfonso Cano. Sin embargo, el periódico no señaló cuándo y cómo se produjo la reunión con Ortega.

Algunas fuentes aseguraron a La Prensa que el encuentro ocurrió el viernes, un día antes de la celebración del 29no. aniversario de la revolución sandinista, acto al que asistieron varios presidentes, incluido el de Venezuela, Hugo Chávez.

El periódico también explicó que los guerrilleros no participaron públicamente de esas celebraciones debido a la orden de captura internacional de Interpol y a una solicitud hecha por Chávez para evitar problemas con Colombia.

Durante los festejos, Ortega hizo oídos sordos al alerta emitido por Bogotá y aseguró que no necesitaba el permiso del presidente colombiano, Alvaro Uribe, para mediar.

En el acto, Ortega se mostró junto a la mexicana Lucía Morett y las colombianas Doris Torres y Martha Pérez, sobrevivientes del ataque colombiano del 1 de marzo pasado a una base de las FARC en Ecuador.

"No tenemos que pedirle permiso a nadie para buscar la paz, porque lo que ocurre en Colombia pone en peligro la seguridad de los países vecinos de América del Sur y los de América Central", recalcó Ortega el sábado.

Por último, el presidente nicaragüense describió a Morett, Torres y Pérez como las "jóvenes que estaban en el campamento de la paz", donde murió Raúl Reyes, el ex número dos de las FARC.