"Se trata de una corporación que sufre una penuria financiera debido a su irresponsabilidad y su codicia", dijo en declaraciones divulgadas por la Casa Blanca.

"En estas circunstancias, es difícil entender cómo los traders de AIG para el mercado de derivados obtuvieron bonificaciones de 165 millones de dólares", expresó Obama en referencia a los pagos que se conocieron durante el fin de semana.

"¿Cómo van a justificar este asalto a los contribuyentes que están manteniendo a flote la empresa?", preguntó el mandatario.

El domingo, altos funcionarios del gobierno dijeron que, según la ley, el secretario del Tesoro, Timothy Geithner, no podría hacer mucho para impedir las bonificaciones, porque éstas ya estaban comprometidas en los contratos de empleo de la empresa, antes de que entrara en crisis.

Pero Obama subrayó la cuantiosa ayuda gubernamental a AIG y manifestó: "Le he pedido al secretario Geithner que haga valer su influencia y emprenda el camino legal que sea necesario para bloquear esas bonificaciones".

Pérdidas masivas en una división de Londres obligó al gobierno estadounidense a bombear unos 150.000 millones de dólares en el paralizado American International Group (AIG), y el 2 de marzo, dio a conocer una nueva inyección de recursos por 30.000 millones de dólares.