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Zelaya convocó al Consejo Permanente de la OEA, que se reunirá mañana en forma extraordinaria para analizar el caso. El mandatario había ordenado, la noche del miércoles, la destitución del jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas, general Romeo Vásquez Velásquez, luego de que los altos mandos militares anunciaran que se negaban a distribuir el material electoral para la consulta popular convocada por el gobierno.

Zelaya aspira a modificar la Carta Magna para permitir la reelección presidencial, pero esa iniciativa fue considerada ilegal por el Tribunal Supremo de Elecciones, el Congreso y la Fiscalía, además de la mayoría de las organizaciones sociales.

En ese marco el general Vásquez no acató la orden de Zelaya de distribuir las urnas, alegando que se amparaba en las decisiones de ilegalidad emitidas por los otros órganos del Estado.

El presidente destituyó ayer a Vásquez por esa actitud, pero la Corte Suprema de Justicia rechazó la decisión. "Se restituye en el cargo al general Romeo Vásquez Velásquez en el Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas", afirmó la magistrada Rosalinda Cruz al leer un documento con la decisión del máximo órgano de justicia del país.

En solidaridad con Vásquez, los comandantes de las demás ramas de las Fuerzas Armadas, Ejército, Naval y Aérea, así como el ministro de Defensa, Edmundo Orellana, habian renunciado a sus cargos.

Asimismo, en una sesión de urgencia, el Congreso Nacional rechazó por mayoría la decisión de Zelaya de destituir a Vásquez, según dijo el presidente de la institución, Roberto Micheletti Bain.

Zelaya, quien encabezó una manifestación popular a favor de efectuar la consulta electoral el domingo, quiere que la ciudadanía apruebe la instalación de una urna en las elecciones generales del 29 de noviembre y decida en ese momento si se convoca a una asamblea constituyente.

Tras conocer los dictámenes de los diversos órganos del Estado en contra del llamado a las urnas, Zelaya tildó a la Corte Suprema de Justicia de "vergüenza" y calificó de "bárbaros" a los legisladores.

Zelaya, quien termina su presidencia de cuatro años el 27 de enero próximo, argumentó que los cambios que propugna en la Constitución serán para que "la democracia no esté en manos de unos pocos", pero no mencionó el tema de la reelección.