Moreno fue el único imputado que participó del proceso porque el represor Luciano Benjamín Menéndez fue separado por problemas de salud, mientras que se extinguieron los cargos, por fallecimiento, contra Bussi y Alberto Mario Albano Zimmermann.

Aguirre fue secuestrada de su casa por un grupo de civiles encapuchados, que la llevaron con los ojos vendados hasta una comisaría y luego al exingenio Nueva Baviera (Famaillá), donde permaneció varios días atada de pies y manos con alambres. Según su relato, durante su cautiverio, entre el 17 de febrero y el 6 de marzo de 1977, fue brutalmente torturada y aseguró que no le dejaron "ni un sólo lugar del cuerpo sin moretones". Tras permanecer varios días en un centro clandestino de detención, finalmente fue liberada y 35 años después pudo contar su historia y escuchar la condena contra su torturador.