Al salir del Polo Judicial de Avellaneda, donde declaró por poco más de seis horas ante la UFI, Severo se negó a dar precisiones de su relato y le dijo a la prensa: "No puedo decir nada, ya se van a enterar". No obstante, se supo que en su declaración contó que mientras iba en su auto se le cruzó una moto de la que bajaron dos hombres armados y lo obligaron a subir a una camioneta tipo furgoneta, donde fue tapado con una frazada.

Mientras lo golpeaban, el vehículo comenzó a dar vueltas durante unos 20 minutos hasta que estacionó y así quedó hasta que volvió a arrancar para dirigirse a Gerli, donde anoche lo liberaron. "Me dijeron que me dejara de joder con el ferrocarril, que ni la policía ni los derechos humanos ni la presidenta (Cristina Kirchner) me iban a salvar".

Anoche, no bien apareció, Severo fue trasladado al hospital Finochietto de Avellaneda donde recibió el alta médica a la medianoche, después de haberse realizado un chequeo general, y aseguró que "pase lo que pase" se presentará a declarar ante el tribunal que investiga el asesinato de Mariano Ferreyra, ocurrido en 2010 durante una protesta contra la tercerización en los ferrocarriles.

El hombre pasó la noche en su vivienda de Avellaneda acompañado por sus familiares y esta mañana partió hasta la sede judicial de los Tribunales de Lomas de Zamora, custodiado por personal de la Policía Bonaerense, frente a quienes afirmó que no sabía quién lo había secuestrado.

Para el Gobierno, el hecho "es llamativo y merece ser investigado en todas las hipótesis", según expresó el ministro de Justicia, Julio Alak, y en ese marco reafirmó que en el esclarecimiento del caso "no hay que seguir un solo hilo conductor y no por eso no se seguirá, porque es necesario investigar desde cero las muchas hipótesis que existen", puntualizó.

Quien también se manifestó sobre el caso es el delegado gremial del Ferrocarril Sarmiento, enfrentado al sector que responde a Pedraza, Rubén "Pollo" Sobrero, quien aseguró que la aparición con vida de Severo es "fundamental para sacar a la luz a mucha gente que debería estar presa". "Va a declarar todo lo que involucra el armado de una patota de un gremio. Dónde se guardaban las armas, cómo se organizó la patota, el polígono de tiro en Once", indicó.

Además, advirtió que "estaba muy preocupado" por la desaparición de Severo, cuyo paradero se desconoció por 24 horas y fue hallado anoche maniatado y con signos de haber sido golpeado, y advirtió: Si hubiésemos tenido otro (Julio) López hubiese sido una situación muy complicada para el país".