Uno de los voceros de los prefectos movilizados, José Luis Cabañas, aclaró que la negociación "está abierta" y sostuvo que la medida de fuerza continuará "hasta el martes próximo", día en que el secretario de Seguridad, Sergio Berni, dijo que tendría una respuesta a las demandas.

No obstante, afirmó que aún "no tuvimos ningún llamado por parte del ministerio para intentar solucionar esto" y aclaró que "los puntos del petitorio fueron nueve, de los cuales el señor Berni tomó los tres más importantes para nosotros: derecho y garantía a la no represalia, sueldo digno de 7 mil pesos como piso en blanco y a concretar futura reunión con el Gobierno para limar otras necesidades que tenemos".

Por su parte, el suboficial Raúl Maza, otro de los voceros de los gendarmes que se manifiestan en la escalinata del edificio Centinela, reiteró "esto no es un golpe de Estado, sino que es una manifestación pacífica y democrática. Si estuviéramos en una dictadura no podríamos hacer esto. Somos ciudadanos argentinos amparados en la Constitución".

Además, hoy fueron publicados los decretos 1801 y 1802 en lo que aceptaron las renuncias del comandante general Héctor Schenone como jefe de la Gendarmería, y el prefecto general Oscar Arce en la comandancia de la Prefectura, ambos relevados el miércoles pasado de sus cargos junto a otros diez oficiales que integraban las cúpulas de esas fuerzas.

El gendarme Maza defendió los reclamos de mejoras salariales de un piso de 7 mil pesos en blanco, porque "es un derecho legítimo", confirmó que "los puestos de guardia" seguirán funcionando y subrayó que "la gente está trabajando". No obstante, ratificó que los gendarmes que se encuentren de franco seguirán participando de la manifestación.