Un día después de la difusión del comunicado de los cancilleres de la región que visitaron Venezuela esta semana para tender puentes para abrir canales de diálogo entre el oficialismo y la oposición, Jaua advirtió que "la posibilidad de diálogo está siendo atacada a pocos minutos de haber concluido la misión de la Unasur por quienes no quieren que en Venezuela haya diálogo, haya paz (...) y quieren la confrontación entre hermanos para desestabilizar la región".

"A esos sectores de EE.UU., que lo que quieren y persiguen es el derrocamiento del presidente Nicolás Maduro, les molesta inmensamente que la Unasur y sus interlocutores venezolanos hayan identificado claramente que el clima de violencia no contribuye al diálogo", añadió el canciller caribeño, quien aclaró que la delegación del bloque regional no actuó como mediadora sino como "testigo de buena fe" para brindar confianza en ambas partes para superar la actual crisis política: "No se trata de una mediación porque nosotros no consideramos que haya un conflicto que amerite una mediación internacional", afirmó Jaua. Más adelante denunció que la oposición tilda al gobierno de Maduro como "una dictadura para justificar su derrocamiento".

Al mismo tiempo, el canciller venezolano reclamó a los opositores que participaron de la ronda de diálogos de la misión de la Unasur que ahora expresen su rechazo a los violentos: "Nosotros esperamos que no solo rechacen a los violentos frente a los cancilleres, sino que los rechacen públicamente, que se deslinden públicamente", subrayó. Además agregó que deben poner fin a "sus acciones con guarimbas (barricadas), francotiradores, sabotajes y otras expresiones de fuerza que están siendo ejercidas, cada día con menor fuerza, pero que aún persisten".

Solo con "cero violencia", prosiguió Jaua, estarán dadas las "condiciones que permitirán el diálogo", para el cual el Gobierno contribuirá "bajando el tono del lenguaje". "Las palabras pueden ser recogidas, pero no un balazo en la cabeza", remarcó.